SANTIAGO DE COMPOSTELA, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director xeral de Montes en funciones, Alberte Blanco, aseguró hoy que en lo que va de mes se registraron en Galicia unos 200 fuegos, sobre todo en la zona limítrofe con Portugal, que calcinaron unas 1.500 hectáreas, la mitad de lo quemado desde comienzo de año en la Comunidad gallega.
En declaraciones a Europa Press, Blanco destacó que todos los incendios registrados en lo que va de mes fueron "intencionados" motivados, según precisó, por quemas para pastoreo y ganadería extensiva, así como relacionados con actividades cinegéticas y limpieza de fincas.
Además, indicó que a la "grave situación endémica" de incendios en Galicia se suma el efecto de las altas temperaturas y la seca de las últimas semanas por la ausencia de lluvias. Esto se agravó, según explicó, por los vientos del nordeste, de más de 30 kilómetros por hora, que "entorpecen el control de los fuegos" y no permite apagarlos "en condiciones óptimas".
De este modo, desde el mes de enero ardieron en Galicia, según los datos facilitados por el director xeral de Montes en funciones, unas 3.000 hectáreas, sin contar las calcinadas por los fuegos de los últimos días. Alberte Blanco recordó que entre los meses de marzo y abril se suelen registrar "picos" de incendios "tan grandes" como en el verano, pero "con una superficie menor quemada".
No obstante, apuntó que la superficie arrasada por el fuego en Galicia desde el comienzo de 2009 "es irrelevante" y "menor" que las hectáreas quemadas en Portugal o en la vecina provincia de Zamora, zonas en las que medios gallegos realizan labores de contención debido a la proximidad de incendios declarados en esas regiones que, como el caso de uno en A Mezquita (Ourense), pasaron a la comunidad. Además, incidió en que otros ejercicios la superficie quemada superaba las 15.000 hectáreas a estas alturas del año.
DISPOSITIVO SUFICIENTE
En este sentido, Blanco insistió en que en zonas como Portugal los fuegos no son atendidos de manera correcta y con medios suficientes, pero recalcó que Galicia dispone en la actualidad del dispositivo de extinción "más potente de todo el Estado".
Al respecto, precisó que actúan en la comunidad unos 15 medios aéreos a los que se suman unas 230 brigadas forestales, lo que supone un tercio de las 700 activadas durante la temporada de verano. "El dispositivo es suficiente y los fuegos se atienden de forma razonable", sostuvo.
Asimismo, estimó que la crisis incendiaria puede durar hasta medidos de semana, cuando está previsto un cambio de tiempo con humedad. Además, denunció la "gran actividad incendiaria nocturna" registrada en la comunidad, a partir de las 20.00 horas cuando cae el sol y se registran "bastantes conatos".
Por ello, abogó por incrementar la vigilancia policial y aumentar la actividad de los efectivos del Seprona y patrullas de los cuerpos de seguridad, con el fin de incidir en las labores de prevención.
ELIMINAR PRÁCTICAS TRADICIONALES
Blanco insistió en lo "excepcional" de los incendios registrados en 2009, que desvinculó de la tipología de fuegos declarados en Galicia en el verano de 2006, ya que se están localizando "lejos" de los núcleos de población, por lo que recalcó su vinculación a actividades ganaderas y cinegéticas, puesto que los incendios se localizan en zonas de monte raso de "difícil acceso".
"Hay que cambiar la mentalidad de la gente", afirmó y recordó que no se puede quemar terrenos "sino que hay que pedir la roza, que lleva su tiempo". Así, dijo que se debe actuar de manera "racional y organizada", por lo que abogó por continuar las negociaciones con ganaderos y cazadores, al tiempo que defendió sanciones para los que realicen pastoreo en zonas quemadas. "Las nuevas generaciones deben entender que las prácticas tradicionales --de quema para pastoreo-- no deben hacerse", concluyó.