PONTEVEDRA, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
Una docena de presuntos incendiarios actúa en varias comarcas de Pontevedra como O Salnés, Arousa y O Morrazo, según ha denunciado este martes el miembro de la coordinadora nacional de Anova Claudio Quintillán.
Según ha explicado, "la mayoría" de los puntos de inicio de los fuegos se corresponde con lugares de acceso restringidos a personas conocedoras de la zona, por lo que ha argumentado que todo apunta a que son "vecinos del entorno".
"Nadie del lugar denunciará a su vecino, tanto si sospecha de él o incluso en el caso de encontrarse al delincuente in fraganti", ha señalado Quintillán: "Existe un silencio absoluto en el rural constatado por la investigación", ha añadido. Al respecto, ha indicado que está comprobado que "si una persona ajena a un núcleo rural pasa por allí andando o con su vehículo, entonces sí que se aportan datos".
Ha afirmado que el incendiario se refugia en ese conocimiento completo del terreno y "en un amparo social en su entorno". Tiene, además, "todas las facilidades: abandono del rural y falta de productividad y puesta en valor del territorio", ha criticado.
A esto, ha añadido múltiples causas por las que actúa este tipo de persona: "eliminación de matorral, ganadería, caza, desavenencias, venganzas, contratación de personal, lindes, vandalismo, etcétera".
MEDIDAS URGENTES
Anova ha presentado este martes en rueda de prensa una serie de medidas urgentes ante la "proliferación de incendios forestales" y las consecuencias que arrastran tanto a nivel económico como ecológico y social.
Quintillán ha explicado que esta serie de medidas de choque que, a su juicio, se deberían aplicar "desde el próximo invierno" pasan por la implementación de oficio por parte de los ayuntamientos de la Ley de Montes de Galicia en lo que respecta a la limpieza de las franjas de seguridad en núcleos rurales. También, ha señalado, es preciso planificar desde los distritos forestales actuaciones dirigidas al territorio para romper la continuidad actual de las masas pirófitas y matorrales.
"Con la intencionalidad actual no podemos tener cientos de hectáreas continuas de vegetación sólo interrumpida parcialmente por infraestructuras cuyo ancho no responde a la inflamabilidad del combustible", ha destacado Quintillán.
Anova también propondrá a la Xunta a través del grupo de AGE la elaboración en paralelo de un nuevo plan para el monte con "una planificación a 50 años, consensuada e inamovible" que determine el espacio que va a tener la consideración de monte dentro de la ordenación territorial de Galicia.
Además, insta a la Xunta a que determine el mapa de usos derivados del monte, y a que tenga una atención especial a los montes vecinales en mano común, potenciándolos como referentes socio-económicos y culturales del rural.
Otras medidas solicitadas se dirigen a los 750.000 propietarios particulares que hay en Galicia y que ostentan más de un tercio del territorio, 1,2 millones de hectáreas, "y que actualmente son el mayor foco de inicio de los incendios forestales, excepto en la zona norte".
Para este último objetivo, Anova propone medidas fiscales por tener la parcela perfectamente identificada. "Hay que desgravar a quienes cuidan del territorio, en ese caso el monte particular, porque benefician a toda la sociedad", incide.
Finalmente, exige "una plantilla pública profesionalizada, especializada y comarcalizada, que pueda atender las emergencias medioambientales".