SANTIAGO DE COMPOSTELA, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Banco de Terras logró, a sólo dos meses de su puesta en marcha, rescatar del abandono 4.500 fincas que estaban incultivadas a pesar de su utilidad agraria. De esta forma, recuperan su productividad bajo un régimen de alquiler --no superior a 30 años ni inferior a cinco-- y permite a los propietarios que sus terrenos dejen de estar a monte, mientras que agricultores y ganaderos redimensionen sus explotaciones para hacerlas más rentables a un precio medio de arrendamiento 134 euros por hectárea.
El director xeral de Estruturas e Infraestruturas Agrarias, Xosé Carballido Presas, reveló a Europa Press esta cifra, que consideró "muy satisfactoria", sobre todo, por el tiempo que lleva en funcionamiento y teniendo en cuenta "el apego muy fuerte y legítimo" de los agricultores y ganaderos gallegos a la tierra, "a la que accedieron (en baremos de períodos históricos) hace muy poco tiempo".
Carballido destacó el "enorme interés y expectativa" que ha constatado Medio Rural en las charlas informativas que durante estos dos meses han realizado para dar a conocer el Bantegal entre agricultores y ganaderos en las cinco comarcas --Deza, Terra Cha, Xallas, Ordes y Limia-- en la que, por su elevado interés agrario, la consellería tiene una especial motivación para que se favorezcan este tipo de contratos de arrendamiento.
500 CONTRATOS NUEVOS DE INMEDIATO.
En algunos de estos lugares se han encontrado en que existe "más demanda para alquilar estas fincas que oferta". En concreto, en zonas de Terra Chá, en Lugo; en los alrededores rurales de Santiago como Trazo o Mesía; y en A Limia, en Ourense. Precisamente, adelantó que está previsto que "inmediatamente" se realicen 500 contratos nuevos.
Con todo, estas 3.500 fincas recuperadas del abandono --de los 13 millones de parcelas con los que cuenta Galicia-- suponen 3.500 hectáreas de las 200.000 a monte que registra Galicia, el 70% de su terreno agrario útil.
A pesar de estas cifras, Medio Rural prevé ampliar estas 3.500 hectáreas a 100.000 en los próximos cuatro años. Para ello, intensificará su campaña informativa y confían en los resultados del "boca a boca de los beneficios" que realizarán propietarios y arrendatarios al que han convencido las medidas "garantistas" del Bantegal.
Carballido destacó que el Bantegal ha conseguido romper con la "rumorología" y "temores" de los propietarios a la hora de integrar sus fincas ya que la Administración les garantiza que no pierden su propiedad; que percibirán su renta, si el arrendatario no paga; y la devolución del terreno en las mismas condiciones con la que fue entregada al Banco de Terras.
MUJERES MALTRATADAS.
El Banco de Terras va dirigido a todo aquel que deseen instalarse como agricultor pero, especialmente, a jóvenes y mujeres. De esta forma, potenciará las explotaciones encabezadas por jóvenes, sobre todo, en zonas afectadas por el envejecimiento de la población o el éxodo rural.
Además, se mejorarán las explotaciones gestionadas por mujeres y se facilitará el acceso a las mismas de agricultoras que hayan sufrido violencia de género. Asimismo, supondrá a los propietarios una deducción del 95% de la cuota tributaria en impuestos de transmisión patrimonial.
Desde los primeros días del nacimiento del Bantegal, el conselleiro de Medio Rural Suárez Canal reveló que ya se había detectado "muchísima demanda" por parte no sólo de agricultores y ganaderos, fundamentalmente jóvenes, que quieren acceder a estos terrenos para redimensionar sus explotaciones y hacerlas más rentables, sino también por parte de los propietarios que "estaban esperando contar con una garantía pública de renta y que no supone pérdida de titularidad".
En la actualidad existen cinco comarcas --Deza, Terra Cha, Xallas, Ordes y Limia-- en la que, por su elevado interés agrario, la consellería tiene especial motivación para que se favorezcan este tipo de contratos.
No obstante, cualquier persona propietaria de una finca puede poner su terreno a disposición el Banco de Terras e igualmente, cualquier ganadero o agricultora gallego, puede acceder a él para redimensionar su explotación.
Para ello, se cuenta con una base e datos, al que los interesados pueden acceder por internet y que facilitará incluso localizaciones fotográficas gracias al SITGAL. Asimismo, podrá conocer los precios de los terrenos que variarán según el cultivo.
PRECIOS.
Precisamente, finalmente, el arrendamiento será un 33,7% más barato de lo previsto inicialmente por la Consellería de Medio Rural, tras la "presión" ejercida por los sindicatos agrarios para contar con valores "más asequibles" y "atractivos".
Los precios se han establecido tomando como base la cotización actual de los arrendamientos de fincas agrarias y serán muy diferentes en función del uso de la tierra --huerta, viñedo, frutales, regadío, prados, pastizales o forestal-- y la parroquia donde estén ubicados.
De igual modo, Medio Rural también aclaró, por su parte, que la existencia del Banco de Terras no supone que desaparezcan las prácticas --muy habituales en zonas como la Terra Chá (Lugo)-- entre ganaderos que tienen incultivadas sus fincas y las ceden sin ningún tipo de coste para que sus vecinos las tengan cuidadas y productivas.
INTERÉS DE LOS JOVENES Y EMIGRANTES.
Carballido confirmó que en este interés por redimensionar las explotaciones a través del alquiler de fincas por el Banco de Terras se encuentran los jóvenes, colectivo que pretende que a final de legislatura se incorpore a la actividad agraria en una cifra de 5.000.
No obstante, la consellería también admitió que hay un alto índice de emigrantes que ya han mostrado a este departamento su interés en incluir las fincas con las que cuentan en Galicia en el Banco de Terras para que no estén incultivadas e improductivas.
El mismo interés, según adelantó Medio Rural, que muestran propietarios de terrenos agrarios situados en otras provincias en la que habitan o que están totalmente desvinculados con la actividad rural, por lo pretenden que estas fincas pasen a integrar el Banco de Terras.
El objetivo del departamento de Suárez Canal es incrementar la superficie agraria útil de Galicia, que en estos momentos se sitúa alrededor de las 750.000 hectáreas, el 25% del territorio total de Galicia.