PONTEVEDRA, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las denominaciones de origen de Galicia prevén una recolección de uva menos cuantiosa que en la cosecha del año pasado porque la humedad y el frío mermaron la producción en algunas zonas, a excepción de en Monterrei, donde pese a los daños causados por el pedrisco creen que se mantendrán en cifras similares. En cualquier caso, en general destacan el buen estado actual de las cosechas.
Los técnicos del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas se muestran prudentes al pronosticar cómo se presentará la vendimia. Confirman lo que los bodegueros observan a pie de viñedo: una menor cantidad de uva porque en la fase de poda "se dejaron menos yemas fértiles" para potenciar la calidad.
También han influido las condiciones meteorológicas durante la primavera, que provocaron que muchos racimos no cuajaran, lo que en el argot vitícola se denomina "corrimiento de flor". En Rías Baixas advierten de que ya "queda poco" para que la vid entre en fase de "envero", cuando el fruto -unos 40 días antes de la vendimia- experimenta los mayores cambios al ablandarse e ir cambiando de color.
El Consejo Regulador no se pronunciará sobre la calidad de la uva hasta conocer su graduación, cuando la cosecha esté entrando en las 177 bodegas adscritas a esta denominación de origen. Así como en los dos últimos años la vendimia "se había adelantado" ligeramente, calculan que la presente se produzca en fechas "normales" para esta demarcación, a mediados de septiembre.
CONTROLES DE MADURACIÓN
En Condes de Albarei no son tan optimistas y estiman que se retrasará más bien hacia finales de mes. Esta bodega, que posee más de 170 de las 4.040 hectáreas de terreno que abarca Rías Baixas, dedicará las dos primeras semanas de este mes de agosto a realizar "controles de maduración" en sus parcelas para afinar la fecha en la que empezarán a recolectar los racimos.
De momento la perspectiva es "buena", según el técnico de campo, Alberto Barral, pero sus estimaciones iniciales revelan que en esta bodega la producción será "un 50% menos que en 2011 y un 40% inferior a una campaña considerada normal, con no más de 6.000 kilos de uva por hectárea". Aunque "no afectó a la calidad", la humedad y el frío fueron los responsables de la merma en la producción de Pazo Baión, de donde salen al mercado unas 50.000 botellas anuales de albariño.
Frente al récord histórico de la cosecha de 2011 en Rías Baixas, con 41,7 millones de uva, el listón de la Denominación de Origen Ribeiro no llegó a los 20 millones. Conscientes de que la cantidad será menor, en Valdavia se conformarían este año con 17 millones de kilos. "La uva en las cepas es suficiente, una cantidad como para mantener el equilibrio", explica Alberto Úbeda, cuya bodega espera alcanzar una producción cercana a las 25.000 botellas en un plazo de cinco años.
VARIEDADES NOBLES
Las pérdidas se van a notar en las variedades "nobles" que, como treixadura -el blanco más importante de O Ribeiro-, podría experimentar una merma del 35%, según el jefe de bodega de A Portela, Antonio González. En esta firma, que en 2011 produjo 160.000 botellas, ya están notando los efectos de la crisis económica por el "bajón" que experimentaron las ventas.
En declaraciones a Europa Press, Úbeda y González evitan aventurar los posibles resultados de la vendimia argumentando que "aún se puede torcer la cosa". Si bien los meses actuales no son propensos al brote de plagas, y tanto el mildiu como el oidium están "controlados", según A Portela, "aún puede venir una botritis si agosto se presenta lluvioso y rompe la piel de la uva", añade el responsable de Valdavia. "La agricultura es así", concluye.
Valdeorras cerró la pasada vendimia con 7 millones de kilos, más de un 60% superior a la de 2010. En bodegas como Casal Novo y A Coroa también dan por hecho que la cosecha de este año disminuirá a causa de los agentes meteorológicos. "Durante el invierno no llovió casi nada, tardó en brotar y en la brotación nació poco vino", expone el ingeniero agrícola de A Coroa, Ricardo Dobao. Además, en la fase de floración, que no es homogénea en todas las zonas, se registró un tiempo "muy frío y con agua".
Afortunadamente, según uno de los propietarios de Casal Novo, Manuel Fernández, los hongos no hicieron mella en la producción de las variedades de esta denominación de origen, como godello y mencía. Lo confirma el ingeniero de A Coroa, que califica de "excelente" el estado fitosanitario de los viñedos. Ambos destacan que la cosecha viene con un retraso que Dobao cifra en unos diez días, lo que -unido a la mayor escasez- hará "que madure mejor", precisa Fernández.
BLANCO Y TINTO
La producción de tinto en la Ribeira Sacra se mantiene en parámetros normales, pero la previsión de la cosecha en las variedades blancas es negativa debido a que hay "muy poca producción", afirma Evaristo Rodríguez, de Adegas Moure. Al menos con una "buena sanidad", el responsable de Adega Cachín, César Enrique Diéguez, ya cifra el descenso en un 30%.
Esta denominación de origen también obtuvo la mejor recolección de su historia en 2011, con 7 millones de kilos. Evaristo Rodríguez confía en que hasta septiembre "no haya ningún estropicio" y el tiempo depare "sol y alguna lluvia puntual, para una buena maduración". El volumen de la cosecha se situaría así entre los 5 y los 6 millones de kilos, que considera "normal".
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Monterrei aún no ha cuantificado las pérdidas causadas por el pedrisco caído la semana pasada en zonas como Verín o Vilardevós. La afección fue "puntual", según Luis Miguel López, a quien tampoco le consta la aparición de episodios fúngicos derivados de ese amago de temporal. En las 400 hectáreas de Monterrei esperan que la cosecha vuelva a rondar los dos millones de kilos de 2011, favorecida por el buen estado fitosanitario de las parcelas.
En la bodega Gargalo, una de las 23 firmas inscritas en Monterrei, ratifican el "buen estado" de la cosecha, que no ha padecido los problemas de 2011 causados por el exceso de lluvia en la fase de floración. "Este año está en muy buenas condiciones", asegura Eduardo Rodríguez. Las seis hectáreas de viñedo que posee el diseñador Roberto Verino producen unas 150.00 botellas, algunas de las cuales se exportan a Reino Unido, Alemania, Bélgica o Japón.
Eduardo Rodríguez únicamente echa de menos algo de lluvia y espera que puedan bajar las temperaturas para evitar la "insolación" de las cepas de aquí a la segunda semana de septiembre, cuando prevé que iniciarse la vendimia "con la uva en las mejores condiciones posibles".