SANTIAGO DE COMPOSTELA, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

Galicia contará con una herramienta informática de gestión de los bancos de tiempo para facilitar los intercambios en el rural gallego, a partir de una plataforma de software libre que permitirá atender a todas las solicitudes de información y administraciones de las cuentas.

A partir de la promoción del Servizo Galego de Igualdade (SGI), que ha puesto en marcha dos experiencias piloto en Foz (Lugo) y Allariz (Ourense), la Dirección Xeral de Promoicón Industrial e da Sociedade da Información de la Consellería de Innovación adaptó y tradujo Cyclos, un mecanismo ya existente empleado en otros bancos de tiempo en el ámbito internacional.

De esta forma, cualquier usuario puede acceder de forma gratuita a través de la iniciativa gallega por el software libre mancomun.org a este instrumento, que servirá también para administrar las alertas del sistema de bancos de tiempo, así como las referencias y registros de los problemas que surjan en los intercambios de cada uno de los "mini proyectos" que se generen.

La secretaria xeral de Igualdade, Carmen Adán; presentó hoy esta herramienta junto a la directora xeral del SGI, Ana Luísa Bouza; y a la directora xeral de Promoción Industrial, Elena Veiguela; en una rueda de prensa en la que destacó que "lo importante es que la sociedad" no sólo la conozca, sino que "la emplee".

FUNCIONAMIENTO

El mecanismo permitirá controlar los saldos de los usuarios, es decir, el tiempo que deben y el que se les debe a ellos, y actualizar los servicios que se intercambian. Además, la iniciativa ha sido desarrollada en software libre para poder difundirla y mejorarla entre las personas que trabajan en el proyecto.

A mayores, el SGI realizará el próximo mes de abril jornadas formativas para los técnicos que se encargarán de gestionar los bancos de tiempo en los municipios en los que se desarrollan las experiencias piloto, después de que haberse familiarizado en el dominio de la herramienta.

Así, técnicos y responsables del Servizo Galego de Igualdade formaron a personal municipal y miembros de asociaciones locales --ocho en el caso de Allariz y seis en el de Foz-- para hacer efectiva la puesta en marcha de estos bancos, enmarcados en el proyecto europeo Arco, que busca fórmulas de reforzamiento de la conciliación de la vida laboral y personal, y que se prevén plenamente operativos en el primer semestre de año.

En este sentido, ambos ayuntamientos acogieron durante semanas reuniones para determinar a los responsables de la gestión, mostrándoles el manejo de la base de datos y la herramienta informática para el funcionamiento del proyecto, así como las bases sobre el funcionamiento de los bancos de tiempo, con el propósito de animar a los vecinos a sumarse.

EXPERIENCIA PILOTO

La Vicepresidencia da Igualdade e do Benestar se decantó por Allariz y Foz tras un estudio que los determinó como los enclaves del rural más adecuados y, una vez concluya el plan piloto, en diciembre de este año, apoyará a todos aquellos consistorios y asociaciones interesados en implantar los viveros de bancos de tiempo para promover el desarrollo comunitario de su territorio.

En consecuencia, la herramienta presentada hoy tiene dos utilidades: por una parte, las dos experiencias incluidas en el proyecto ARCO, con un servicio controlado en la página web del SGI, y, por otra, ofrece todas las iniciativas de banco de tiempo fuera de la iniciativa comunitaria, disponible para descargar gratuitamente de internet.

El sistema de bancos de tiempo consiste en un intercambio de tiempos para la provisión recíproca de ayudas y servicios, de modo que cada usuario tiene una cuenta con un deber y con un haber en la que figuran las horas que se le prestan y las que se dan . Cada persona ofrece al banco de horas de su tiempo en función de sus habilidades y conocimientos y, a cambio, recibe modalidades de servicios que ofrecen otros usuarios y que se corresponden con sus demandas y necesidades.

El SGI decidió poner en marcha esta iniciativa, que lleva años funcionando en Europa --principalmente en Italia e Inglaterra-- y en algunas áreas de España, como Barcelona, tras considerar que "se adapta muy bien" a la idiosincrasia del rural gallego, en el que "siempre existió una importante tradición de intercambio de tareas".