SANTIAGO DE COMPOSTELA 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Facultad de Medicina de la USC trabajan con ratones modificados genéticamente con el objeto de avanzar en el conocimiento de ciertas enfermedades, lo que le permitirá en el futuro probar nuevas terapias y tratamientos en pacientes, en particular, en los campos de la oncología y el control metabólico.
Entre los equipos que trabajan en esta línea de investigación se encuentran los dirigidos por los profesores Vitor Arce Vázquez y José Antonio Costoya Puente, quien explicó que sus trabajos se centran en modernizar patologías humanas en modelos animales, en particular en ratones, puesto que son "mamíferos y, además, su genoma es el más conocido después del humano".
El grupo de Oncología Molecular de la USC trabaja en el estudio de tumores específicos, en particular los que afectan al sistema nervioso. El profesor Costoya explicó que se trata de un tipo de cáncer con mal pronóstico en sus estadios más avanzados.
No obstante, hoy en día ya están identificados muchos de los genes cuya alteración se asocia a la aparición de este tipo de tumores. Los científicos conocen estas alteraciones, con lo cual las pueden trasladar a los ratones, de manera que desarrollen tumores similares a los de los humanos.
El profesor Victor Arce trabajan con ratones con un desarrollo muy marcado de su masa muscular. En concreto, indicó que estos ratones fueron modificados genéticamente, de modo que se les eliminó una proteína que les inhibe el desarrollo muscular.
Los expertos explican que, como consecuencia de este desarrollo muscular, se va a producir un aumento de la demanda energética por parte del músculo y, en consecuencia una disminución de la adiposidad.
De esta manera, este modelo animal permite estudiar la importancia del tejido adiposo en diferentes procesos fisiológicos como son el control de la ingesta o mismo la fertilidad.
CONTROL CRECIMIENTO DE TUMORES
Los equipos de la USC que dirigen estos dos profesores están desarrollando un sistema que les permite controlar el crecimiento de los tumores en los ratones. Se trata de una tecnología no invasiva que posibilitará observar como evoluciona un tumor mediante técnicas de imagen, a través de fluorescencia o de sondas que emiten luz.
Los científicos recuerdan que hay aspectos de la enfermedad que no pueden estudiarse directamente en los pacientes, tanto en lo relativo a su evolución como a la prueba de nuevos fármacos. Por tanto, los modelos animales posibilitan no sólo tener un mayor conocimiento de la patología, sino también facilitan el conocer mejor cual va a ser la respuesta a un determinado fármaco.