El debate se centra en la pretensión del Bloque de dar mayor poder a los tenientes de alcalde y restringir el poder de las diputaciones
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las delegaciones de PSdeG y BNG que negocian el pacto marco de gobernabilidad en los 70 ayuntamientos en los que las elecciones municipales les permitirían gobernar conjuntamente debido a la falta de mayorías absolutas reafirmaron hoy su voluntad de llegar a un acuerdo tras cuatro días de bloqueo de las conversaciones, para lo cual flexibilizaron sus posturas, aunque ambas partes coinciden en reconocer que persisten diferencias en puntos clave.
Según fuentes de ambas fuerzas políticas consultadas por Europa Press, que se retomen las conversaciones ya es positivo en sí mismo y expusieron como prueba de que "hay voluntad de llegar a un acuerdo" que ambas delegaciones han quedado emplazadas para una nueva reunión mañana por la tarde, tras analizar la documentación que hoy se intercambiaron. Socialistas y nacionalistas están de acuerdo en reunirse diariamente hasta lograr el consenso que permita repetir el acuerdo marco de 2003.
Pese a que ambas partes subrayaron que las diferencias que persisten "no son insalvables", reconocieron que no se produjeron avances significativos y que "el acuerdo está verde aún". En este sentido, el vicepresidente de la Xunta y portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, admitió hoy que la negociación está "trabada por ambas partes".
El BNG reivindicó que sus propuestas demuestran "el talante abierto y flexible" y advirtió de que "todas las partes tienen que ceder algo". Así, los negociadores nacionalistas estiman que sus nuevas propuestas pueden "desbloquear las negociaciones", aunque puntualizan que mantienen "la filosofía general" de cerrar coaliciones "equilibradas" y "no en clave hegemonista" del PSdeG.
Para ello, el Bloque demanda de que el teniente de alcalde se convierta en "un número dos claro con competencias reales y capacidad ejecutiva, presupuestaria y de gestión de áreas", aunque reconoce que los gobiernos locales deberán contar con "una dirección política clara" que ejercerán los alcaldes.
MODELO BIPARTITO
A los nacionalistas les gustaría reproducir en los ayuntamientos el modelo de bipartito de la Xunta, de forma que el teniente de alcalde actuase como el vicepresidente con capacidad de coordinación sobre las concejalías que gestione el Bloque, aunque niega que demande la creación de una figura nueva de vicealcalde y admite que las alianzas locales deberán actuar "como un gobierno único".
No obstante, el PSdeG se acoge a la Ley de Bases del Régimen Local para advertir que el sistema actual otorga al alcalde unas prerrogativas muy claras y configura un sistema "muy presidencialista" en torno a la figura del alcalde. "El sistema es muy cruel, pero es el que es, y un teniente de alcalde no es un alcalde", aseveran fuentes socialistas, que aclaran que el sistema pactado en el Ayuntamiento de Santiago en la legislatura pasada tampoco atribuye potestades "transversales entre áreas" para el número dos del ayuntamiento.
"Alcalde nada más hay uno", aseveraron las fuentes socialistas consultadas, que puntualizaron además que los ayuntamientos son entes "autónomos", de forma que cada corporación deberá organizarse en función de la negociación en el ámbito local.
DIPUTACIONES
Otra de las divergencias radica en las bases programáticas generales, máxime en cuanto a las diputaciones, que el BNG quiere que se vacíen "progresivamente" de competencias en favor de las comarcas y las áreas metropolitanas para su futura desaparición. No obstante, un punto de encuentro con los socialistas podría venir a través de establecer un sistema de mayor control para las corporaciones provinciales desde la Administración autonómica, ya que el PSdeG está abierto a "pactar una fórmula hasta donde lo permita la ley", así como estudiar el refuerzo competencial de los entes supramunicipales.
No obstante, también hay diferencias entre socialistas y nacionalistas en cuanto al papel que deben jugar los ayuntamientos como agentes de normalización lingüística, punto en el que el BNG hace mucho hincapié dadas las experiencias de A Coruña con el topónimo oficial, o la implantación de modelos de democracia participativa. Sobre esta última propuesta, el Bloque hace un mayor énfasis en la necesidad de garantizar la participación de los ciudadanos para dar su opinión sobre la configuración de los presupuestos o sobre asuntos trascendentales como los planes generales de ordenación urbana.
Respecto a las dificultades que la implantación local del acuerdo marco pueda suponer, los socialistas como nacionalistas insisten en que las negociaciones buscan "marcar el campo de juego, pero en cada sitio se jugará el partido local", mientras que el BNG afirma que, una vez que se garantice la investidura del alcalde de la lista más votada, "cada localidad es un mundo".
Así, respecto al Ayuntamiento de Lugo, donde el alcalde en funciones, el socialista Xosé Clemente López Orozco, dijo que prefería abandonar el partido antes que una bicefalia con el BNG, fuentes nacionalistas restaron trascendencia porque "la fórmula preferencial son los gobiernos de coalición, pero no significa que haya que extenderlo a todos los ayuntamientos". Al respecto, agregaron que posturas como la de Orozco o la del alcalde en funciones de A Coruña, Javier Losada, "no interfieren en la negociación nacional".
Por su parte, el PSdeG defendió que el pronunciamiento del Orozco está "en plena sintonía con la posición del partido", de forma que interpreta que el regidor de Lugo, que el pasado 27 de mayo se quedó a un edil de la mayoría absoluta, defiende que cada fuerza "juegue el papel que le otorgaron las urnas". "Es legítimo que el BNG quiera sacar el mayor fruto posible, pero sus propuestas deben estar en la frontera de lo razonable, porque si marcas un corsé que no se corresponde con la realidad local, no será ejecutable", advirtió.
POSIBILIDADES DE AVANZAR
Ambas partes estimaron que se constatan "posibilidades de avanzar", aunque redujeron la trascendencia de los avances de la reunión de hoy, la tercera después de que las negociaciones quedasen bloqueadas el pasado viernes. En la mesa de negociación de hoy, que se prolongó durante unas tres horas, no se sentó el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, debido a su agenda con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente.
Para el PSdeG, esta semana debería estar cerrado el acuerdo marco de ámbito autonómico porque "cuanto antes, mejor" para dejar tiempo a las negociaciones en el ámbito local, ya que las corporaciones se constituyen el 16 de junio. En este sentido, las conversaciones en las siete principales ciudades están paralizadas a la espera del acuerdo general, aunque la ciudad de Ourense es la más avanzada, ya que socialistas y nacionalistas pactaron ya el pasado viernes que Francisco Rodríguez será alcalde y Alexandre Sánchez Vidal, vicealcalde.
