El abogado de Vigo cuyo despacho fue destrozado vuelve a solicitar el 'habeas corpus' tras su nueva detención

Abogado vigués Gustavo García
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:13

Juárez confirma que su segundo arresto "tiene que ver" con suplantación de identidad, pero apunta que el atestado aún no está terminado

VIGO/SANTIAGO DE COMPOSTELA, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

El abogado de Vigo Gustavo G.F., en cuyo despacho se registró a principios de noviembre un ataque que destrozó las dependencias y que el pasado domingo fue detenido por intento de robo en coches, ha vuelto a solicitar el 'habeas corpus' a raíz de su nuevo arresto, en este caso por un supuesto delito relacionado con la suplantación de identidad.

Este letrado vigués ya había invocado a raíz de su anterior detención el 'habeas corpus', institución jurídica empleada en casos en los que se considera que pudiese existir un arresto arbitrario y que obliga a presentar al detenido en el plazo más breve posible ante el juez para que evalúe si existe suficiente motivo de detención, pero la jueza de guardia desestimó su petición.

Gustavo G.F. fue detenido este jueves por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, seis días después de haber sido arrestado por la Policía Local de Vigo en las inmediaciones del aeropuerto de Peinador.

Al respecto, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, ha confirmado que el abogado "está detenido y pendiente de ser puesto a disposición judicial", pero no ha aclarado las circunstancias del nuevo arresto porque "no está finalizado el atestado". En declaraciones a los medios de comunicación, lo que sí ha aclarado Juárez es que la nueva detención de Gustavo G.F. "tiene que ver con un supuesto delito de suplantación de personalidad".

La detención de este jueves se produjo poco después de que el abogado compareciese ante los medios para denunciar que los daños causados en su despacho, en el que hubo destrozos y aparecieron pintadas con simbología de extrema derecha, están vinculados con su actividad contra la impunidad de los crímenes franquistas. No obstante, nunca llegó a presentar denuncia formal ante la Policía, que ha puesto en duda que sufriese un ataque porque la cerradura de la puerta no estaba forzada.