(AMP.) La presidenta del Parlamento aplicará en solitario en el próximo pleno las nuevas normas para invitados

Reunión de Rojo con los portavoces parlamentarios
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 7 febrero 2013 21:08

Los grupos de la oposición de desvinculan, aunque el PSdeG entiende que hay que "compatibilizar" las visitas con la "responsabilidad"


SANTIAGO DE COMPOSTELA, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

La presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo, aplicará ya en el próximo pleno y en solitario las nuevas normas de comportamiento para los invitados que acudan al hemiciclo, después de que los grupos no suscribiesen el documento de siete puntos, elaborado junto a los servicios jurídicos de la Cámara, y en el que se incluye que los invitados tendrán que suscribir esas reglas para acceder al hemiciclo.

En un comunicado, el Parlamento rechaza que los criterios que se van a aplicar "sean nuevas normas", sino que, lo que se hace, "es poner por escrito los criterios que ya se estaban aplicando por acuerdo verbal". De esta forma, justifica que lo que busca es "transparentar las normas que aplica la Presidencia de la Cámara en relación con las atribuciones que le otorga el Reglamento".

De esta forma, y al respecto de la condición de firmar las normas de comportamiento, la Cámara señala que la información que se someterá a la firma de los invitados "es la misma" que la que se proporcionaba a los invitados desde la IV Legislatura. Ahora, el hecho de suscribirlo "garantizará el conocimiento de las normas que rigen el orden en la tribuna de invitados".

"En definitiva, se trata de que entre todos seamos capaces de garantizar el normal funcionamiento de la Cámara", concluye Pilar Rojo, a través del comunicado.

EL PSDEG, SE RATIFICA EN SU POSTURA

El PSdeG, que ya ha comunicado a la presidenta su postura, se ratifica en un comunicado a los medios en su defensa del derecho de que los ciudadanos puedan "presenciar" y "asistir" a los debates del pleno, si bien también entiende que es "imprescindible compatibilizar la libertad de los ciudadanos y de los grupos a la hora de asistir a las sesiones o de dejar elegir a sus invitados, con la responsabilidad de ambos en el ejercicio de los dos derechos".

En el comunicado, que incluye cinco puntos, los socialistas también señalan que, "en toco caso, la responsabilidad última en el mantenimiento del orden dentro de todas las dependencias del Parlamento, y en particular en las tribunas durante las sesiones plenarias, es de la Presidencia", tal y como recoge el Reglamento. A este respecto, también recuerda que "estas facultades no son delegables ni eludibles".

Los socialistas también se muestran partidarios de "seguir trabajando con el resto de grupos" y con la presidenta de la Cámara "para mejorar y ampliar las garantías de los ciudadanos de asistencia a los plenos, preservando el normal funcionamiento" de la institución.

Por su parte, el portavoz del Grupo Parlamentario de Alternativa Galega de Esquerda (AGE), Xosé Manuel Beiras, ha remitido este jueves una carta a Pilar Rojo en la que rechaza las medidas propuestas, que considera un "repertorio de artículos de un reglamento de control , disciplina y sanción de personas que pretenden acceder a algún recinto de alta seguridad, como por ejemplo, las visitas a los recluidos en un centro penitenciario".

Beiras ha enviado una carta en la que considera que se trata de un "repertorio de artículos de un reglamento de control, disciplina y sanción de personas que pretenden acceder a algún recinto de alta seguridad, como por ejemplo, las visitas a los recluidos en un centro penitenciario".

Con todo, el portavoz ofrece la "voluntad de contribuir, pese a todo, a que las condiciones de vida y trabajo" en el Pazo do Hórreo sean "lo más óptimas posibles en todas sus dimensiones", con el "único linde insalvable del respeto a sus convicciones ideológicas-políticas".

El grupo de AGE concluye, asimismo, que Rojo no tuvo "receptividad" con las propuestas que hicieron llegar en las reuniones --informales y de los portavoces--, y advierte de que el Parlamento "debe estar abierto sin contrapisas", salvo en casos de circunstancias excepcionales de inseguridad, "que en ningún caso se están dando".

Paralelamente, el BNG ha asegurado que "no va a suscribir ningún acuerdo" que incorpore nuevas normas a las ya establecidas. "Si la presidenta considera necesarias, bajo sus atribuciones y su responsabilidad, nuevas normas, nosotros no vamos a hacer aportaciones y no vamos a suscribir ningún acuerdo", explicó a Europa Press su portavoz parlamentario, Francisco Jorquera, al filo de vencer el plazo dado para el miércoles.

FEIJÓO APELABA AL CONSENSO

Antes de trascender la decisión de Rojo, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, se había mostrado partidario de que los grupos alcanzasen un acuerdo con la jefa del Legislativo en relación a las visitas, al entender que sería lo "razonable" puesto que "no se les pide nada distinto a cumplir la ley".

Así, ha advertido de que los diputados están "para algo más" que para "cobrar a fin de mes". "Están para respetar las leyes de la Cámara", ha señalado, antes de recordar que deben ser los "garantes del cumplimiento de las normas" por parte de los invitados que llevan a un Parlamento "inviolable, constitucional y estatutario".

"Espero que los diputados sepan que, lo mínimo, cuando se invita a alguien a una casa es que cumpla las normas de la casa a la que ha sido invitado. No creo que eso sea nada excesivo, sino responsabilidad", ha zanjado.

LAS NORMAS DE COMPORTAMIENTO

Las normas que aplicará la presidenta incluyen el deber de que los invitados firmen unas normas de comportamiento parlamentario si quieren entrar en el hemiciclo gallego para presenciar un pleno. De no hacerlo, los invitados podrán seguir el desarrollo de la sesión desde las instalaciones del grupo parlamentario por el que han tramitado el convite.

Asimismo, en el caso de expulsión del salón de plenos por desorden en las tribunas, los invitados "no podrán asistir a la Cámara en el resto de la legislatura", sin perjuicio de otras consecuencias previstas en el reglamento, aunque sí tendrán derecho a acceder a los locales de los grupos, "previa invitación" de las fuerzas parlamentarias.

El documento, con siete puntos, especifica que los invitados "deberán abstenerse de portar pancartas, estandartes o emblemas de todo tipo que contengan mensajes que no respeten el comportamiento previsto" en Reglamento del Parlamento en su artículo 109, relativo a los invitados.

CONSECUENCIAS PARA LOS GRUPOS

El documento trasladado por Pilar Rojo también propone responsabilidades para los grupos parlamentarios, que serán "responsables" de dar "cumplida información a los invitados" del articulado del Reglamento en lo relativo a los invitados dentro del recinto del Pazo do Hórreo.

De esta manera, los grupos parlamentarios tendrán consecuencias si sus invitados son expulsados del hemiciclo, y, concretamente, se quedarán sin cupo de invitados en la siguiente sesión. "En caso de reincidencia, el cupo se perderá, como mínimo, para un periodo de sesiones o tiempo equivalente", añade el texto.

En el caso de que se produzcan "alteraciones del orden" durante el transcurso de un pleno, según lo que indica el documento, "los servicios de seguridad remitirán un testimonio de los hechos a la Mesa del Parlamento para "su traslado a la autoridad judicial".

AFECTADOS PREFERENTES

En medio de esta discusión, una treintena de afectados por las preferentes, que representan a entre "12 o 15" plataformas de Galicia, ha elevado al Parlamento de Galicia un escrito dirigido a su presidenta en el que este colectivo solicita tener "presencia con voz, sin voto" en comisiones y plenos en los que "se hable" de los temas relativos a su situación. Asimismo, pide que no se les limite su visita a la Cámara.

En el escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, y que tiene fecha de registro del 6 de febrero, los firmantes explican sus motivos en base a su condición de "víctimas del abuso de confianza, estafa y robo" por parte de los bancos, "en particular Novagalicia.