SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ex conselleiro de Cultura, Comunicación e Turismo y ex presidente de la Fundación de la Cidade da Cultura (CdC), Jesús Pérez Varela, afirmó hoy que tiene "las manos limpias" en relación a las críticas del BNG respecto a que el complejo en construcción en el Monte Gaiás, en Santiago de Compostela, era "un gran negocio personal y político" para él.
En su comparecencia ante la Comisión de Investigación sobre la Cidade da Cultura, Pérez Varela admitió sentirse "muy orgulloso" del complejo promovido por la Xunta a partir del diseño del arquitecto norteamericano Peter Eisenman, del que dijo estar convencido de que "cada euro invertido por todos los gallegos se van a recuperar diez" y que será "un icono" que difunda una nueva imagen de Galicia.
El ex conselleiro hizo una primera intervención en la que recordó que la Cidade da Cultura "estuvo dos veces en los programas electorales del PP" y resaltó que este complejo arquitectónico y cultural "va mucho más allá de un proyecto de partido" y es "un proyecto de pueblo" y "un proyecto de Estado" que se inserta en el "ámbito internacional".
También resaltó que era un proyecto "diseñado milimétricamente por un equipo interdisciplinar de la Xunta", para detallar la concepción de que "tres edificios emblemáticos" como la Biblioteca Central de Galicia, el Museo da Historia de Galicia y un Centro de Nuevas Tecnologías, a los que se sumaban un Teatro da Música o de la Ópera para "liderar el Noroeste peninsular" y un Bosque de Galicia para atender al medio ambiente y dar prioridad a las especies en peligro de extinción.
Así, Pérez Varela aludió a la Cidade da Cultura como un proyecto "emblemático" y llamado a "romper los tópicos" vinculados a los gallegos. Asimismo, defendió que la gestión del proyecto desde su gestación en 1999 --con un concurso de ideas internacional que admitió fue "polémico y discutido"-- hasta 2005 fue "impecable" y que "no hay una sola irregularidad", algo que además consideró "imposible" por la actuación realizada por los 60 técnicos y funcionarios.
CONTROL "CON LUPA"
Según Pérez Varela, "no hay en la historia de la comunidad un proyecto más visto con una lupa que la Cidade da Cultura". También subrayó que el proceso "estuvo controlado con un sistema interconsellerías". Así, puntualizó que los "reproches" recogidos en el Informe del Consello de Contas de 2004 --que originaron la creación de la comisión de investigación-- son "terriblemente opinables y que ninguno tiene fundamento legal".
En relación a la adjudicación de los dos últimos edificios del complejo por un gobierno autonómico en funciones, el ex conselleiro admitió que fue "duro", pero lo relacionó con el adelanto electoral --de octubre a junio de 2005-- y con el hecho de que el regidor de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo (PSdeG) --al que calificó de "gran alcalde"-- "pidió que se siguiese" el ritmo previsto.
En un momento, el portavoz del PSdeG en la comisión, Xaquín Fernández Leiceaga, preguntó a Pérez Varela sobre si el desvío de "más de 200 millones de euros" sobre el presupuesto del concurso de ideas --de 108 millones en 1999 a 373 millones previstos en 2005-- se debió a que "se encaprichó Eisenman y él lo dejó".
RESPONSABILIDAD DEL BIPARTITO
Al respecto, el ex conselleiro concretó en 284,5 millones de euros --la obra contratada por el anterior Ejecutivo-- el "coste total" de la Cidade da Cultura, al que habría que sumar 37 millones de euros en lo que está presupuestada la segunda fase de urbanización. Así, aseguró que "lo que suba de ahí no es responsabilidad" del anterior gobierno del PP en la Xunta. "Será de ustedes", añadió.
Sobre este asunto, el portavoz del PPdeG en esta comisión, Ignacio López Chaves, recordó que el BNG habla ahora de 500 millones de euros --por una estimación realizada tras la visita al complejo por el portavoz nacionalista Carlos Aymerich-- y sobre este aumento del coste se preguntó "en qué obras si está todo adjudicado"
DESCALIFICATIVOS
Pérez Varela se centró en responder a las preguntas sobre el desvío de fondos formuladas por Leiceaga (PSdeG) e, inicialmente, eludió las realizadas por el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, que calificó de "actuación" la primera intervención del ex alto cargo e insinuó que éste se benefició del proyecto. Así, las preguntas de Aymerich en torno a que la construcción de la Cidade da Cultura era "un gran negocio personal y político" para Pérez Varela, debido a un presunto entramado de empresas, originó un cruce de descalificativos.
Mientras a la alusión a la empresa que ha creado con su mujer --Chuvieira SL-- el ex conselleiro exclamó primero fuera de micrófono "miserable", el parlamentario nacionalista le contestó con un "delincuente". Este asunto provocó que el diputado del PPdeG, Ignacio López Chaves, reclamase que se retirase el descalificativo aplicado al compareciente, algo que Aymerich hizo al final del debate, aunque en un principio se limitó a añadir el término de "presunto".
Inicialmente el ex conselleiro aseguró que "no iba a replicar" a Aymerich, al que le acusó de "no poner documentación" para sustentar sus acusaciones y sobre el que dijo él sí tiene "un camión" de documentos. Cuestión a la que el parlamentario nacionalista respondió con: "El señor de las listas negras, de la poca honradez y de la poca verdad no me va a dar lecciones de democracia".
El diputado del BNG insistió en preguntar "cómo y cuánto había crecido" el patrimonio de Pérez Varela desde que entró como conselleiro hasta que dejó su cargo. Una cuestión sobre la que el parlamentario del PSdeG recordó al ex conselleiro la "obligación" de declarar su patrimonio y que dijo serviría para "clarar" lo que señaló como "alguna sobra de duda".
En este punto, López Chaves (PPdeG) respondió "a las falsedades, insultos y mentiras" reprochando al bipartito que "se coloque afiliados y sus redes familiares". "Se están empezando a poner nerviosos por las próximas comparecencias", aseveró en alusión a la proximidad de las intervenciones de altos cargos de la actual Xunta. Según el parlamentario popular, tendrán que explicar el retraso de obras para "encargar estudios a empresas de miembros del BNG", la contratación de personas con menor cualificación y los contratos "sin someterse a la Intervención Xeral de la Xunta".
"HIPOTECADO"
Al final, el ex conselleiro afirmó que "no quiere llamar miserable a nadie", pero recriminó que "no se puede comenzar insultando". Afirmó que "tiene las manos limpias" y que su patrimonio está en la Declaración de la Renta, al tiempo que dijo que "no es rico" y que, como cualquier gallego, está "hipotecado". Admitió que tiene "una modestísima empresa" que gracias a "gente de fuera de Galicia" le da "pingües beneficios".
Por último, acabó elogiando a su mujer y a sus tres hijos y bajo un tono de voz que mostraba su emoción le advirtió a Aymerich que "no toleraba lo que dijo" y recordó que las personas aludidas en relación al entramado de empresas son "mayores de edad". Por último, concluyó: "A seguir para adelante aunquE no tenga un peso, Jesús Pérez Varela".