Astilleros alertan de una "quiebra en cadena" y pérdidas por más de mil millones si la huelga no acaba en "horas"

Actualizado: miércoles, 24 junio 2009 22:25

Aplauden la propuesta de convenio de los mediadores y piden "responsabilidad" porque está en juego "el futuro de todos"

VIGO, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los representantes de la práctica totalidad de los astilleros de la Ría de Vigo advirtieron hoy de una inminente "quiebra en cadena" de esta industria, con la pérdida de 8.000 puestos de trabajo y penalizaciones para las empresas por más de mil millones de euros, en caso de que no se ponga fin a la huelga del metal en un plazo de "horas".

Así lo manifestaron los directivos de Hijos de J.Barreras, Metalships, Vulcano, Cíes, Freire, Cardama y Armada, que comparecieron hoy de forma urgente ante los medios para hacer un "llamamiento a la sociedad" y a las partes implicadas en el conflicto. Así, recordaron que está en juego "la supervivencia del sector" y "el futuro de todos", ya que el convenio que se está negociando les afecta directamente --aunque los astilleros tienen convenio propio-- porque implica a toda la industria auxiliar que trabaja para ellos.

Los empresarios de la construcción naval alertaron de que hay más de 30 barcos pendientes de finalización o de entrega, con las consiguientes penalizaciones millonarias que suponen los retrasos --entre 50 y 100 millones por buque--, y que los seguros no cubren. "Hay un desequilibrio brutal entre lo que ingresamos y los gastos, porque tenemos que cumplir nuestros compromisos a pesar de la ruptura de la producción desde marzo", puntualizó el presidente de Hijos de J.Barreras, José Francisco Viñas.

Viñas apuntó que, en el actual contexto de huelga indefinida, "los peores presagios son verdades como puños" y se puede producir una "quiebra en cadena" de los ocho astilleros de la Ría de Vigo. "Pedimos la vuelta a la normalidad de manera inmediata, porque hay riesgo de que el sector desaparezca y estamos con el agua al cuello", añadió, al tiempo que recordó que ya se han perdido más de 3,5 millones de horas de trabajo.

En ese sentido, el portavoz de Metalships, Alberto Iglesias, aseveró que "aún se está a tiempo, pero quedan horas", al tiempo que explicó que a los astilleros "no les preocupan tanto las penalizaciones como que el sector sobreviva, y empezar a trabajar para que las empresas no tengan que cerrar". "Vamos a luchar hasta el último segundo pero, si no se recupera la normalidad de forma inmediata, no habrá vuelta atrás", advirtió.

RECLAMACIONES DE ARMADORES

Uno de los representantes de Vulcano, José Luis Méndez, recordó que la actual crisis empuja a los armadores a reclamar la devolución de garantías -todo el dinero que hayan adelantado-- y dejar los encargos en las gradas en cuanto se produce un mínimo retraso, una situación que "ningún astillero puede soportar" desde el punto de vista financiero.

Precisamente el responsable financiero de Vulcano, y presidente del Cluster del Naval, José Domínguez, recordó que la buena situación de la construcción naval en años anteriores se ha vuelta ahora en su contra porque "hay mucho trabajo, en consecuencia, muchos retrasos y muchos incumplimientos".

Domínguez también precisó que la negociación del convenio "no es el problema" ni la causa de la situación delicada del naval, sino que el origen de la actual crisis en los astilleros es "un huelga intermitente que destroza cualquier programación de producción". "El riesgo de que se pierdan empleos es elevadísimo, y hay que defender los puestos de trabajo desde los puestos de trabajo", afirmó.

Los representantes de los astilleros también aplaudieron la presentación de una oferta de incremento salarial para cerrar la firma del convenio colectivo, realizada por los mediadores de la Administración, y apelaron a la responsabilidad de empresarios y sindicatos para llegar a un acuerdo que ponga fin a la huelga. De hecho, CC.OO., y UGT se han mostrado partidarios de suspender el paro mientras analizan la propuesta de los mediadores -tienen de plazo hasta el 30 de junio--, aunque la CIG ya rechazó esta posibilidad.