La Audiencia de Pontevedra condena a dos empresarios por la descapitalizacion de Maponsa

Europa Press Galicia
Actualizado: martes, 11 abril 2006 17:43

PONTEVEDRA 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Pontevedra atribuyó la descapitalización de Maponsa a Enrique Hernández Carrera y Javier Solé Moya, empresarios pontevedreses residentes en Barcelona que fueron los últimos cargos representativos de esta empresa que, escindida del Grupo Malvar, fue vendida por Thais de Picaza.

La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra acaba de dictar sentencia, seis meses después de celebrarse el juicio, condenando a cada procesado a las penas de dos años de prisión y multa de medio millón de euros por los delitos de apropiación indebida y alzamiento de bienes.

La pena es muy inferior a los 10 años de cárcel y más de 12.000 euros de multa solicitados por el Fiscal, aunque el Tribunal estimó sin ninguna duda que los acusados actuaron con la doble finalidad de lucrarse ilícitamente ,y alejar de los trabajadores los bienes de la empresa.

Concretamente se valieron de su condición de administrador y apoderado de Maponsa, para realizar una serie de operaciones concertadas con sociedades instrumentales que ellos mismos dirigían.

La consecuencia fue que en sólo dos años, desde que Thais de Picaza vendió la empresa a Hernández Carrera, reportaron a la empresa un déficit de 1,8 millones de euros --entonces más de 300 millones de pesetas--, mediante la compra-venta de fincas al margen de su objetivo social y facturas confeccionadas ex-profeso que no respondían a concepto alguno.

Hubo incluso una operación en la que Maponsa entregó a otra empresa cinco vehículos en buen estado, y a cambio en concepto de pago recibió 10 camiones de los que solo uno funcionaba.

Aunque Thais de Picaza no fue citada a declarar en este juicio, sin embargo su nombre fue una referencia constante por parte de los trabajadores. Un portavoz de los afectados opinó que la venta de Maponsa fue "fraudulenta", y que los trabajadores siempre sospecharon que su única finalidad era "dejarla sin patrimonio para así tener Thais de Picaza manos libres en la posterior venta de Malvar".

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