Román Rodríguez promete su cargo como conselleiro de Educación
Foto: EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 10 febrero 2015 10:51

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Los nuevos conselleiros de Cultura e Educación, Román Rodríguez, y de Facenda, Valeriano Martínez, han prometido este martes sus cargos ante el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien les ha dejado como "único" mandato el de "trabajo, compromiso y dedicación". A cambio, les ha ofrecido lo mismo y ha dado por hecho que desempeñarán con éxito sus nuevas responsabilidades.

   Los nuevos conselleiros, que relevan a Jesús Vázquez y a Elena Muñoz, tras su designación como candidatos del PP por Ourense y Lugo, han asumido las carteras de Educación y Facenda en un nutrido acto en el que han estado arropados por numerosas autoridades, cargos de ambos departamentos autonómicos, alcaldes y diputados populares, así como por el conjunto de los miembros del Ejecutivo de Feijóo.

   Éste, por su parte, ha reivindicado la "estabilidad" de su Gobierno, que ve garantizada, y ha admitido que tuvo dudas a la hora de desprenderse de "dos piezas tan importantes" como Vázquez y Muñoz, pero ha esgrimido que adoptó la decisión pensando en los vecinos de Ourense y Vigo.

   Si los nuevos conselleiros prometieron sus cargos con retos como el de ejecutar los fondos europeos, seguir orientando la economía gallega hacia el crecimiento o "preparar a los gallegos del futuro", Muñoz y Vázquez se han despedido de sus cargos institucionales "agradecidos" al presidente gallego, ante el que han lanzado sus primeros mensajes electoralistas y han prometido la "misma dedicación" a su nueva tarea como candidatos.

   El acto, con un numeroso aforo y espacio limitado, tuvo que verse interrumpido durante la intervención de Feijóo debido a que el director xeral de Centros e Recursos Humanos de Educación, José Manuel Pinal, sufrió un desmayo, en el que fue atendido por la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, y el vicepresidente del Parlamento, Miguel Santalices.

   Una vez que el director xeral hubo abandonado la sala, el presidente retomó su discurso y bromeó con que la agenda de Jesús Vázquez --a la que aludía cuando se produjo el incidente-- es tan intensa que sólo aludir a ella provocó el desmayo de "uno de sus directores xerais más importantes".

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