A CORUÑA, 12 May. (EUROPA PRESS) -
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de A Coruña, Henrique Tello (BNG), recibió hoy a los supervivientes del buque 'Urquiola' para hacerles un homenaje en el día que se cumplen 32 años de la catástrofe.
Tello además avanzó que en los próximos días se colocará una placa conmemorativa en un lugar aún por decidir, pero que se encontrará en las inmediaciones del mar y cerca de dónde ocurrió el desastre.
El 12 de mayo de 1976 el buque petrolero 'Urquiola' procedente del Golfo Pérsico, quedó embarrancado en A Coruña. Una mala señalización de una aguja rocosa hizo que este gran buque que llevaba su carga a la empresa Petrolíber, sufriera el accidente, según explicaron dos de los supervivientes, Benigno Sánchez e Ignacio Arnaiz.
El 'Urquiola' no sufrió muchos daños en este primer momento y pidió ser llevado a puerto, aunque finalmente los organismos competentes tomaron la decisión de que el petrolero abandonase el canal y se alejase 200 millas de las costas españolas.
En estas maniobras el 'Urquiola' sufrió más daños y un incendió que provocó una gran humareda negra. El capitán del barco murió al permanecer en el barco en el último momento y tirarse con un salvavidas que le provocó una lesión en el cuelo que le hizo perder el conocimiento y ahogarse.
PETRÓLEO
En esta catástrofe se derramaron alrededor de 70.000 toneladas del total de 110.000, que llegaron hasta las rías de Betanzos, Ferrol y Ares. No obstante los supervivientes aseguraron que el daño medioambiental podría haber sido "mucho peor", ya que "sólo se quemó el 70% de la carga" y finalmente se renunció a meter el barco en el puerto, "una decisión que habría resultado horrible y habría supuesto el fin de la refinería".
"Por la noche sólo se veía a un enorme fantasma ardiendo con un humo que llegó hasta los aeropuertos de A Coruña y de Santiago e incluso hasta Portugal", señalaron.
Las tareas de limpieza en este desastres consistieron en instalar un dique que frenara el avance del petróleo a la vez que pequeños equipos de trabajo intentaban recoger el crudo. También se utilizaron detergentes para disolver el petróleo.
Al respecto los supervivientes explicaron que en aquella época se dijo que el puerto coruñés no era seguro, "algo incierto" pues el problema radicaba en que "no se había hecho una revisión de los fondos marinos, a pesar de las múltiples denuncias de armadores". De hecho en el juicio posterior "se culpó al Estado de lo ocurrido y fue el encargado de las indemnizaciones".