SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
La baja calidad de las aguas del río Támega provocó una "pequeña mortandad" de peces en Oimbra (Ourense), según apuntan las primeras investigaciones llevadas a cabo por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), y no la falta de limpieza del cauce como se había apuntado en un primer momento.
Según informó el Ministerio de Medio Ambiente en un comunicado de prensa, todo apunta a que las depuradoras de los núcleos de población que vierten aguas al Támega "no pueden tratar" el aumento de vertidos ligado al incremento de población en la época estival.
Según Medio Ambiente, el vertido "más importante de todos" es el de Verín, que pudo "contribuir notablemente" a la mortandad dado que el Támega recibe vertidos de "alta carga contaminante" y sin depurar del matadero de esta localidad.
Esta circunstancia, unida a las altas temperaturas y a la disminución del caudal del río, provocó, según la Confederación, un descenso en los niveles de oxígeno que ocasionó la muerte de "algunas decenas" de peces.
El organismo, para evitar que se repitan este tipo de situaciones, ha declarado que revisará las autorizaciones de vertidos que se puedan producir en este río para adecuarlas a las exigencias de la ley de depuración de aguas residuales.
Por su parte, la CHD descarta que la mortandad esté relacionada con la falta de limpieza de los cauces, como apuntó el alcalde del municipio, y aclaró que el año pasado este organismo invirtió 15.994 euros en la limpieza de los arroyos de Oimbra, Lagoa y Vella, y este año tiene previsto invertir en limpieza en el río Támega 34.000 euros.
