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Las bromas de la oposición, que aún le ve "en forma", y las lágrimas de sus colaboradores marcan un pleno en el que mandó la cordialidad
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
La renuncia al acta de diputado provincial del último 'barón' popular del denominado 'sector de la boina', José Luis Baltar Pumar, se ha hecho efectiva este viernes en el pleno de la Diputación de Ourense, de cuya Presidencia se ha despedido tras 22 años y con una intervención en la que ha reivindicado el papel de las diputaciones, así como la labor de los "excepcionales" funcionarios de la institución provincial ourensana.
"La Diputación hay que modernizarla, pero es muy importante, hay que quererla y cuidarla", ha proclamado este "hombre del pueblo", como se definió él mismo, en un pleno de pactada cordialidad. En él quiso esperar hasta el final para leer un discurso y despedirse personalmente del nutrido grupo de personas, trabajadores y amigos, que llenaron el salón de plenos y le dijeron adiós entre aplausos, lágrimas y abrazos.
Tras la dimisión de Baltar Pumar será el ahora vicepresidente de la institución provincial, Rosendo Fernández, quien asuma la Presidencia en funciones hasta que haya un sustituto. El candidato saldrá del comité electoral que los populares ourensanos reunirán este sábado, aunque los diputados provinciales del PP ya han manifestado públicamente el absoluto respaldo a su hijo, Manuel Baltar Blanco, que ya le relevó al frente del partido en enero de 2010.
Baltar Pumar ha evitado cualquier referencia al asunto de su sucesión y ha apostado por centrar su discurso, en cuyo transcurso se le quebró la voz en varias ocasiones, en reivindicar la importancia de "una institución secular" como es la diputación, "muy importante" en una provincia, ha esgrimido, como la de Ourense, con una estructura poblacional "diseminada" y "pequeñas" entidades locales "carentes de recursos".
Frente a las voces que piden la supresión de estos entes provinciales, el 'barón' popular ha admitido que la diputación "necesita modernizarse" y contar con "un nuevo plan de competencias y de financiación" que contribuya a "evitar duplicidades". "Pero presta y debe seguir prestando grandes servicios a los ciudadanos", ha añadido, para subrayar que a ellos "se deben" los cargos públicos.
Dicho esto, ha sentenciado que a él "siempre" le gustó "ser un hombre del pueblo", como se sigue viendo, y instado a los miembros del equipo de gobierno, así como a los diputados de la oposición, a contar con los "excepcionales funcionarios" de la institución. "Si la Diputación marcha es por ellos", ha sentenciado Baltar.
"Muchas gracias por vuestro trabajo, comprensión, disponibilidad y esfuerzo", ha clamado Baltar, quien también ha transmitido sus "más sinceras disculpas" a los trabajadores, por "si en algún momento el presidente no fue capaz de estar a la altura de las circunstancias". "Mi sustituto tiene en esta casa un gran equipo profesional que le hará mucho más fácil su camino", ha añadido.
"AMIGO" DE LA OPOSICIÓN
En el capítulo de recordatorios, se ha referido también a "todos" los que, a lo largo de los 22 años en los que ha estado al frente de la Diputación, compartieron con él las bancadas del PP. Les ha transmitido una "inmensa gratitud" por su "apoyo y respaldo incondicional". Para él, ha asegurado, son como su "familia" y a "nadie" de debe más.
Sus palabras de agradecimiento llegaron a la oposición --compuesta por los grupos de PSdeG y BNG--, a cuyos miembros "siempre", ha asegurado, "llevará en su corazón" puesto que los considera "sus amigos". El 'barón' popular les ha pedido perdón por los "excesos no premeditados" en los que pueda haber incurrido y, en tono de broma, ha dado por hecho que ahora coincidirá con ellos "en muchas más cosas".
HOMENAJE A LAS MUJERES DE LOS POLÍTICOS
Visiblemente emocionado, Baltar Pumar ha admitido que este viernes cierra "una etapa muy importante" de su vida, que ha resumido en 22 años que dan "para mucho, para aciertos y también para equivocarse bastante", pero ha optado por quedarse "con el poso de la experiencia y de contacto humano" adquiridos en este tiempo.
Prefiere ahora, ha añadido, "mirar hacia delante" y afrontar "con especial ilusión" las vivencias que le deparen "el tramo de vida que Dios", ha señalado, le quiera "dar". Por eso, ha manifestado su deseo de desprenderse absolutamente de la política, "que ocupó su tiempo y su mente", y centrarse en su familia, con especial atención a su esposa, Alicia Blanco.
"Mi mujer perdió un marido y recuperará un jubilado", ha sentenciado Baltar Pumar, quien ha convertido una breve parte de su intervención en un homenaje "a las mujeres de los políticos". Sin ellas, ha defendido, "no puedes trabajar en política" porque "no se puede tolerar una vida de abandono de las obligaciones familiares". Por eso, ha anunciado que tratará de hacerle a su mujer "lo más felices posibles" los años que les quedan juntos. "Aunque muchas cosas ya no se pueden hacer porque no se debe", ha bromeado.
En el discurso de Baltar Pumar, que posteriormente ha rechazado hacer declaraciones, también hubo una mención especial a los medios de comunicación, aunque en este caso aseguró "sentir más" su despedida por los propios comunicadores, "que se pierden un filón de titulares". En cualquier caso, les ha agradecido "el trato personal exquisito" que recibió "en la mayor parte de los casos".
A renglón seguido, les ha lanzado la petición de que no le busquen porque intentará evitar cualquier tipo de "protagonismo mediático". "Quiero ser un ciudadano anónimo, no quiero alentar yo ningún tipo de comentario ni entrevista. Tras 44 años dedicados a la vida pública, creo que me merezco pasar página", ha zanjado Baltar, que fue despedido entre abrazos y lágrimas.
"FIESTA EN PAZ"
Aunque la emoción se contuvo hasta el final, la renuncia de Baltar tuvo lugar en un pleno de consenso e incluso "excesivamente encorsetado", según constató el portavoz del Grupo Socialista, José Ignacio Gómez, quien aprovechó el debate de su moción de urgencia sobre la publicación de las declaraciones de bienes de los miembros de la Diputación --enmendada por el PP y aprobada por unanimidad--, para favorecer un ambiente muy distendido.
"Se le ve muy en forma, creo que aún podía seguir unos años más", ha bromeado el socialista, mientras que el portavoz del BNG en la institución provincial, Xan Jardón, también ha mostrado un tono comedido en sus intervenciones. Fue el mismo que mostraron todos los intervinientes de PSdeG y BNG en el debate de las distintas iniciativas --varias aprobadas por unanimidad--, aunque los ánimos se caldearon en la que abordaba los regadíos de A Limia.
La oposición criticó la acción de la Xunta y en su turno, el portavoz del PP, Plácido Álvarez, ha replicado con una negativa a entrar en la "gresca" que buscaban, ha interpretado, socialistas y nacionalistas. "Ustedes quieren gresca y nosotros no. Y hoy menos que nunca", ha manifestado Álvarez, antes de que el propio Baltar tomase la palabra para pedir "acabar la fiesta en paz".
A continuación, el 'barón' ha bromeado con lo que, a su entender, se estaban extendiendo en sus intervenciones los portavoces de la oposición. "Parece que todos los que tenían ganas de que me marchase pronto, alargan el pleno para que no se dé acabado", zanjó, antes de abordar el tramo final de la sesión.
