SANTIAGO DE COMPOSTELA, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las tres conexiones semanales entre Santiago y Bruselas hasta el 2015 con Ryanair anunciadas por el alcalde Xosé A. Sánchez Bugallo, para las que se destinarán 350.000 euros anuales, han contado con el rechazo del grupo municipal del BNG, que considera que el precio está "muy por encima" de lo que paga la Xunta por atraer vuelos al aeropuerto de Lavacolla.
El edil del BNG de Santiago y también concejal de Promoción Económica, Comercio y Turismo, Xosé Manuel Iglesias, considera que este precio "altera decisivamente los términos y condiciones que rigen, a día de hoy, los convenios con compañías de bajo coste" en Santiago. Unas condiciones que "tienen su origen" en convenios negociados desde Incolsa en 2005 y que "no tienen que ver para nada" con los términos que pretende Ryanair.
Iglesias se ha referido, en rueda de prensa, a los 350.000 euros anuales que se destinarán anualmente para mantener esta conexión, tras recordar que Ryanair remitió una carta a la Xunta a través de Turgalicia el pasado 10 de septiembre en la que señalaba la "necesidad de concretar un convenio" con frecuencias y destinos en vigor en aquel entonces y "planteaba la hipótesis" de las rutas con París y Bruselas, "en cada caso por 200.000 euros".
Por tanto, en los términos que propone ahora la compañía, se está "encareciendo" ese valor inicial y sentando "unas bases difíciles" para el punto de partida de "cualquier tipo de negociación futura".
El edil municipal ha señalado, además, que las cifras de coste de pasajeros, con una media de 150 por vuelo y de 162 frecuencias al año, se elevarían de "cuatro euros" a unos "14,4 euros" por persona. Además, ha enmarcado otras conexiones en la referencia "básica" y "razonable" de los 200.000 euros, como es el caso de Milán, que "estaría en esos parámetros".
"CONTACTAR CON OTRAS COMPAÑÍAS"
Ante esta situación, Xosé Manuel Iglesias ha considerado que "sería bueno" para el Ayuntamiento "mantener contactos con otras compañías", tras aclarar que el BNG no tiene "ningún inconveniente" en la propuesta de Bruselas, "pero no a ese precio" y sin "ningún argumento" que lo justifique.
Por ello y aunque el mapa "no es el mejor", ha instado a no convertir las negociaciones en "una carrera", puesto que Lavacolla no tiene "competencia", al tratarse de un "destino atractivo" y "central" donde "las compañías quieren volar".
En este sentido, ha criticado el papel del comité de rutas, que desde un primer momento "sirvió para enturbiar las relaciones", aunque reconoció que este órgano tendría "sentido" si el Gobierno central realizase "las transferencias" en esta materia a la Comunidad gallega.