VIGO, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, atribuyó los ataques con artefactos incendiarios en un concesionario de Nigrán (Pontevedra) y en la vivienda de un empresario en la ciudad olívica, así como la colocación de otro artefacto explosivo en un cajero, a "grupo muy minoritarios y radicalizados" que actúan en el área de Vigo pero que residen fuera de ella, y los desvinculó del conflicto laboral del sector metalúrgico.
En declaraciones a los medios tras visitar la oficina bancaria dañada por la explosión, el regidor explicó que esos "hechos violentos" están siendo investigados por las fuerzas policiales, que "creen saber de quién viene esto" y manifestó su esperanza de que los responsables de los mismos sean "detenidos y puestos a disposición judicial".
Caballero vinculó los ataques a " grupos de delincuentes muy minoritarios y absolutamente marginales en la ciudad", anunció que "se extremará la vigilancia" en las zonas donde se produjeron los incidentes, y apuntó que se trató de una "agresión a toda la ciudad". "Quiero manifestar mi repulsa total por esta violencia, ya que Vigo es una ciudad pacífica y trabajadora", añadió.
Por otra parte, insistió en la necesidad de "separar estas actuaciones violentas del conflicto laboral del metal" porque "a nadie se le ocurre culpar de lo ocurrido esta noche a los trabajadores". Asimismo, pidió que se retome la negociación para poner fin a esta huelga porque "no es de recibo permitir que las partes se levanten cuando el acuerdo estaba muy cercano".
El alcalde lamentó que el presidente de la Xunta no hubiese llamado a sindicatos y empresarios como hizo él mismo, porque, de haberlo hecho, "el conflicto se habría arreglado". También ofreció su "cooperación activa e incondicional" para "sentarse en la mesa de negociación" y contribuir a solucionar la situación.
