LUGO, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las relaciones del presidente provincial del PP en Lugo, Xosé Manuel Barreiro, y del presidente de la Diputación lucense, Francisco Cacharro, siguen en "stand by", según confesó este último en rueda de prensa, donde también aprovechó la presencia de los medios para recriminar al presidente provincial del PP por decir que puede ir en la lista de algún ayuntamiento a las próximas elecciones municipales, algo que calificó como "de una ambigüedad supina".
"No tiene sentido que diga el señor Barreiro que no sabe si yo iré en la lista de algún ayuntamiento" se quejó, al tiempo que presumió que lo había dicho "por decir algo". Cacharro no quiso decir si sus relaciones con Barreiro "son frías o no frías", matizando que "las relaciones siempre existen, pueden estar en stand by".
Sobre esas posibles intenciones de concurrir por algún ayuntamiento lucense a las elecciones del próximo año, se limitó a resumir que sólo se han planteado "ir en una lista y no en cualquier lista", en referencia a su deseo de repetir como candidato a la Presidencia de la Diputación. Resignado, subrayó seguidamente que el partido "lo desestimó". "Eso ya lo sabemos" añadió.
Tampoco tuvo reparos en su comparecencia ante la prensa para confesar que hubo momentos en que se enfrentó al anterior presidente del PPdeG y de la Xunta, Manuel Fraga, "por llevarle la contraria". Así, recordó como en unas elecciones, el entonces jefe del Ejecutivo gallego pretendía imponer una candidatura en Lugo a la que se opuso Cacharro, que a la vista de ello le emplazó al propio Fraga a cambiar los estatutos del PP y a crear la figura del "delegado provincial".
"La obediencia sin más es malo", enfatizó, al mismo tiempo que en su relatorio de anécdotas evocó cómo le había recomendado a Fraga el pasado año que no adelantara las elecciones. Eso mismo lo había hecho en las anteriores autonómicas, que también pretendía adelantar, y "revalidó la mayoría absoluta".
