LUGO 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
El candidato a la alcaldía de Lugo por el Partido Popular, Joaquín María García Díez, manifestó hoy que no aprecia "ninguna división" en el seno del PP lucense, pese al cruce de reproches entre el ex presidente del partido, Manuel Fraga, y el presidente de la diputación lucense, Francisco Cacharro.
"Creo que no hay ninguna división. Esto convencido de que no la hay", insistió el que fuera alcalde de esta ciudad de 1995 a 1999 y que protagonizara en aquel momento desavenencias con el presidente de la Diputación de Lugo. No obstante, manifestó que "puede ocurrir que en un momento determinado alguna persona del partido exprese en público lo que piense".
En este sentido, aseguró que "los problemas que cada uno pueda tener se han de resolver en los órganos internos del partido". "Nunca expondré en público aquellas cosas que se han de expresar en los órganos internos del partido, que es donde se deben de discutir estas cuestiones", aseveró.
Además, García Díez afirmó que lo único que le "inquieta" es "lo que les preocupa a muchos lucenses y gallegos" como porqué arde el monte en Galicia y se tarda en apagarlo o porque Lugo sigue sin auditorio o sin el nuevo puente comprometido por el alcalde, Xosé Clemente López Orozco.
El también diputado popular por Lugo reiteró que no quiere contribuir "a generar ningún tipo de controversia, ni de polémicas entre los que somos compañeros del mismo partido". También destacó que lo que le corresponde a él es "hablar de los problemas que interesan a los lucenses y no de porqué se sacaron mejores o peores resultados en las elecciones de 1999 o del 2003".
"A mí, a Fraga y a Cacharro lo que nos preocupa son los resultados que podamos obtener en las próximas municipales, no mirarnos en el ombligo ni al pasado, que no soluciona nada", concluyó.