Promueve una publicación sobre la diáspora en Argentina para "romper tópicos", revindicar su contribución y "potenciar su autoestima"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Confederación Intersindical Galega (CIG) advirtió hoy de que aunque "hay que dar tiempo" para evaluar las políticas para la emigración programadas por el nuevo Gobierno autonómico, el sindicato "no da cheques en blanco, ni a las administraciones más amigas", en referencia a la proximidad ideológica que mantiene con el BNG.
En una rueda de prensa para presentar el libro 'Galegos na Arxentina. Unha ollada fotográfica', de Lois Pérez Leira, el secretario de la Fundación para o estudo e divulgación da cuestión social e sindical en Galicia (Fesga), Manuel Mera, declaró que "hay mucho por hacer" en atención al colectivo exterior, puesto que, a su juicio, la asistencia que la comunidad presta a la diáspora "está muy lejos" de la de autonomías como Cataluña o País Vasco.
No obstante, aceptó que para cotejar la gestión del bipartito "habrá que esperar" y "dar tiempo" a que se apliquen las medidas y aseguró que "los primeros pasos han sido positivos". Con todo, recalcó que "hay que consolidarlos", puesto que gran parte de las partidas no se destinan donde son precisas. "Hay muchos lugares donde se baila sevillanas y eso está muy bien, pero que lo pague Andalucía", denunció.
Así, apuntó que la "demostración del talante" de la Xunta hacia el colectivo exterior "estará determinada" por la inclusión de esta realidad en la reforma estatutaria y por los términos en los que se modifique la Lei de Galeguidade. "Estos dos aspectos nos van a indicar si se toma en serio a la emigración", aseveró, tras lo que añadió que también influirá la reforma de la normativa electoral vigente.
ASPECTOS NEGATIVOS
Para el secretario de Fesga, hasta ahora ya se ha producido un "aspecto negativo", la supresión de la Consellería de Emigración, que ha pasado a convertirse en una Secretaría Xeral dependiente de la Presidencia de la Xunta. Según él, se trata de "un retroceso" y, por ello, confirmó que el sindicato nacionalista "seguirá reivindicando que a la emigración se le dé la importancia que tenía cuando ostentaba el rango de consellería".
Por su parte, el autor del libro recordó que la colonia gallega representa el "primer grupo étnico" en países com Uruguay y Cuba y el segundo en el caso de Argentina y, por ello, instó a "dejar de hablar de la diáspora en términos electorales y reaccionar con la toma de medidas, audacia y presupuestos".
De igual modo, lamentó que Galicia no cuente con un Museo de la Emigración en territorio autonómico, que permita "recoger el legado y promover la investigación". "Apoyamos que haya uno en el exterior, pero no entendemos como puede haber museos de todo tipo, de arte contemporáneo... y que no exista ninguno de algo tan importante", explicó.
Por ello, expuso que uno de sus objetivos a la hora de elaborar 'Galegos na Arxentina. Unha ollada fotográfica', fruto de "14 años de trabajo", era recuperar material inédito en muchos casos y personajes determinantes que "pueden quedar en el olvido". "Supone una aportación para que las generaciones presentes y futuras sepan que gracias a la emigración, hoy podemos disfrutar del país que tenemos", proclamó.
POTENCIAR LA AUTOESTIMA
En consecuencia, el libro aspira a "potenciar la autoestima" de la colectividad gallega y reivindicar su "papel sumamente destacado" en el país suramericano en el que, según Pérez Leira, "sería impensable pensar sin la contribución" de los emigrantes de la comunidad.
Así, este ejemplar, el primer volumen de una colección divulgativa que continuará con el análisis de los gallegos desplazados a los países del Caribe, se divide en tres partes, que comienzan con el abandono de la tierra, continúan con el movimiento asociativo y el surgimiento de los centros gallegos y rematan con una semblanza de unos 70 personajes.
Lois Pérez Leira declaró que el reto de 'Galegos na Arxentina. Unha ollada fotográfica' era el de "romper los tópicos de que los emigrantes eran pobres y analfabetos", puesto que, aunque "había de todo", fueron capaces de crear instituciones "sumamente importantes", como el Hospital de Galicia o el Consello de Galicia, promover empresas o el Banco de Galicia e impulsar la actividad cultural.
"Pensar en Galicia sin su emigración es mutilarla", declaró el autor del libro, quien apostó por "prestigiar" la "epopeya colectiva de los últimos siglos" experimentada por la diáspora gallega, que dio lugar a un "pueblo dividido en dos tierras".
