OURENSE 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Instrucción número 1 de Ourense será el encargado de dirimir si la sede de la delegación provincial de Industria de Ourense carece de medidas de seguridad y prevención de riesgos laborales, tras la denuncia interpuesta por uno de los funcionarios de este departamento.
En la denuncia, el trabajador acusa directamente al delegado provincial de Industria, Xosé Antón Jardón, al que considera "responsable" de haber cometido, presuntamente, una "infracción" en las normas de seguridad y prevención de riesgos que afectan a los trabajadores, al no respetar las leyes de prevención en el interior de las instalaciones de la sede.
El trabajador manifestó que en la delegación provincial de Industria, que está situada en la tercera, cuarta y quinta planta del edificio de La Torre de la capital ourensana, existen "irregularidades" en caso de emergencia que podrían suponer "riesgos" para los 60 trabajadores que se encuentran en dichas instalaciones.
Según la denuncia, en la sede se detecta una "falta" de salidas de emergencia, "carencia" de una salida del edificio que sea "exclusiva" para los trabajadores, así como "incumplimiento" de las medidas de altura en los techos, "inexistencia" de botiquines o "insuficiente" cantidad de extintores en caso de incendio.
El denunciante asegura que en noviembre de 2005 la Inspección de Trabajo había enviado a Industria un requerimiento tras detectar diversas irregularidades, y en un informe se instaba al responsable de la delegación provincial para que subsanase las deficiencias en unos meses.
Según el funcionario, además de haber hecho "caso omiso" de aquellos requerimientos, la situación se ha "agravado" durante las últimas semanas con el traslado al edificio, del servicio de Turismo, ya que con la nueva situación, el aumento de personas "imposibilitaría" una evacuación en caso de incendio.
Los propios funcionarios de Turismo que se encuentran ya en el edificio de La Torre, ya hicieron constar la falta de medidas de seguridad en la sede de industria, a través de un escrito firmado por una decena de empleados del servicio, donde recogen que la nueva ubicación no tiene salidas de emergencia y "limita" el buen desarrollo del trabajo diario.