CALDAS DE REIS (PONTEVEDRA), 5 (EUROPA PRESS)
Un dispositivo integrado por agentes de los bomberos, Policía Local, Protección Civil y personal contratado por la empresa Brenntag Química vigilan los restos de la factoría incendiada el pasado viernes para controlar las deflagraciones espontáneas que aún provoca la combustión de los productos químicos presentes en el lugar.
Según explicaron a Europa Press fuentes de la Policía Local de Caldas de Reis, las altas temperaturas alcanzadas durante el incendio en la factoría y la permanencia en la zona de productos químicos con los que trabajaba Brenntag, como cloro y tolueno, aún provocan que cuatro días después del incendio se sigan registrando "pequeñas explosiones".
Así, estas fuentes expusieron que, debajo de los cascotes, quedan puntos de combustión en los que la temperatura sigue siendo muy elevada y se han registrado "varias" deflagraciones que provocan "conatos de incendios". Por ello, se mantiene el dispositivo de control en el lugar para evitar que las llamas se reproduzcan.
En cualquier caso, la Policía Local de Caldas aseguró que la situación no es alarmante y en ningún caso ha provocado nuevos vertidos de sustancias tóxicas al río Umia.
Por su parte, técnicos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que participaron en la zona afectada por el vertido de Aznalcóllar visitan hoy las obras del dique de contención del río Umia e inspeccionan el alcance de la contaminación en el cauce fluvial, que abastece de agua a la comarca de O Salnés, donde residen más de 100.000 personas.