Denuncian la negativa de la dirección de apoyar la acción reivindicativa del sindicato en Vigo
VIGO, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
La ejecutiva comarcal de UGT-Vigo, encabezada por Santiago Rodríguez, ha presentado su renuncia, por discrepancias con la dirección gallega del sindicato, al que acusan de "inmovilismo", de imposibilitar la acción reivindicativa de la central en la mayor ciudad de Galicia, y de estar políticamente "en manos" del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Según ha explicado este miércoles el hasta ahora secretario comarcal, Santiago Rodríguez, el principal motivo de esta dimisión "es que día a día es imposible sacar adelante un proyecto que se había hecho con las bases". "Todos los días UGT-Galicia pone piedras en el camino, no podemos hacer prácticamente ninguna movilización", ha lamentado.
A ese respecto, ha puesto como ejemplo la campaña reivindicativa que los tres sindicatos mayoritarios están llevando a cabo en Vigo para pedir el indulto de dos sindicalistas condenados. Según ha desvelado Rodríguez, la idea de las tres centrales era que, si finalmente estos trabajadores no obtienen el indulto y deben ingresar en prisión (fueron condenados a tres años de cárcel), se haría una huelga general en la comarca. "El único sindicato que se ha puesto en contra ha sido UGT-Galicia", ha criticado.
"Pronto habrá una movilización de la plataforma en defensa de la sanidad pública y también han dado una negativa a participar en la manifestación. Y como éste, hay más ejemplos", ha relatado Santiago Rodríguez. "Por eso decidimos dejarlo, porque no estamos dispuestos a quedarnos gestionando papeles en los despachos, nuestro proyecto se hizo con la bases, con la idea de estar en la calle, cerca de los trabajadores", ha sentenciado.
Con respecto al futuro del sindicato en Vigo, su hasta ahora dirigente ha avanzado que, probablemente UGT-Galicia nombre una gestora, pero ha advertido de que, si pretende imponer "a dedo" a los responsables del sindicato en Vigo "no va a tener apoyo de las bases".
CONFLICTO
Los conflictos internos entre la ejecutiva gallega y la viguesa no son nuevos y se remontan al año 2013, cuando la dirección de UGT suspendió al entonces secretario comarcal, Antonio Juste, por haber vertido críticas hacia la gestión de la cúpula gallega. Ese enfrentamiento acabó en los tribunales y un juzgado vigués (luego ratificado por el TSXG) dio la razón a Juste al considerar que se habían vulnerado sus derechos y obligó a levantar la suspensión.
Asimismo, meses después, en septiembre de 2013, se celebró el congreso en el que resultó elegido el equipo encabezado por Santiago Rodríguez y, entonces, la dirección gallega de UGT decidió anular dicho congreso y cesar a la ejecutiva que había salido ganadora, alegando irregularidades durante la elección.
Rodríguez y su equipo denunciaron esos hechos y también obtuvieron una sentencia favorable. En concreto, el juzgado de lo Social número 2 de Vigo obligó a devolver a sus cargos a los miembros de la ejecutiva viguesa, elegida por 56 votos frente a los 37 de la candidatura rival, a disolver la gestora nombrada desde Santiago de Compostela, y a indemnizar a los denunciantes con 2.420 euros (equivalentes a los honorarios de su abogado).
