SANTIAGO DE COMPOSTELA, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario del BNG, Carlos Aymerich, rechazó hoy la "vía gallega" propugnada por el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, para combinar "identidad y solidaridad" en la reforma del Estatuto ya que, a su juicio, la economía de la comunidad no se puede "disociar" de la realidad identitaria.
En declaraciones a los medios de comunicación tras participar junto a destacados analistas políticos en una jornada sobre la reforma del Estatuto de Autonomía organizada por la Fundación 10 de marzo, Aymerich estimó que la identidad de Galicia "no es algo que se pueda limitar a conservar arqueológicamente ciertas señales".
Según él, la idiosincrasia y personalidad gallegas son también "fruto de una realidad económica y material que está ahí" y, por ello, aseveró que la propuesta de Touriño de impulsar el autogobierno en paralelo a la solidaridad "no es el camino". "Si va en la línea que ha dicho en algún discurso de que por un lado tenemos identidad, y que estamos con Cataluña y Euskadi; pero por otro somos pobres y estamos con Andalucía y Extremadura, esa disociación entre economía e identidad no la acabo de ver", abundó.
Así, advirtió de que "a la hora de buscar alianzas en la negociación del modelo de financiación", este planteamiento "ya daría problemas" con Andalucía, puesto que se trata de una comunidad con un crecimiento demográfico alto y que apuesta por una variable "que no sería especialmente favorable" para Galicia.
SIN PROPUESTA FORMAL
No obstante, Aymerich recordó que, por el momento, no hay "ningún documento que venga de la Xunta" en el que se especifique formalmente la "vía gallega" del presidente autonómico. "Yo creo que --Touriño-- habla más como secretario general del PSdeG" cuando hace esta propuesta, opinó.
Por ello, avanzó que el BNG admitiría esta formulación siempre que "vía gallega" implique que la comunidad "no pierda el estatus de nacionalidad histórica en su momento, y ahora de nación, es decir, claramente con Euskadi y Cataluña". En este sentido, aseguró que Galicia "tiene el mismo derecho que tuvieron los catalanes a negociar un estatuto y una financiación adecuada a sus necesidades".
Así, insistió en que la legitimidad de Cataluña para conversar con el Estado "también se le debe reconocer a Galicia" y aunque admitió que "no tiene por qué ser el mismo resultado, porque la realidad no es la misma, sí debe tener ese derecho a negociarlo". "Pero hablar en este momento de lo que es la vía gallega es un poco complicado, porque no tenemos ningún documento encima de la mesa", concluyó al respecto.
LÍMITES ACOTADOS
Aymerich realizó estas declaraciones junto a dos de los ponentes del Estatuto de 1981, el ex vicepresidente de la Xunta Xosé Luís Barreiro Rivas y el ex diputado de Esquerda de Galicia Anxo Guerreiro, con quienes coincidió en que si bien el nuevo texto debe buscar su propio modelo, la reforma catalana ha marcado los límites.
Para el portavoz parlamentario del BNG la negociación del Estatut "puede ser una guía", pero los grupos deberán aportar "mucho más trabajo" para dirimir tanto la realidad como las necesidades de Galicia. "Esto no va a venir dado por traducir el Estatuto catalán", advirtió.
Por su parte, Guerreiro declaró que el nuevo modelo debe ser "beneficioso y generalizable" e insistió en que "los límites de la reforma están ya puestos por Cataluña". No obstante, recalcó que la financiación pactada por los partidos catalanes con el Estado obligará a revisar el Fondo de Suficiencia, puesto que la cesión de la mitad de los impuestos "tendrá efectos diferentes" en función de la renta de las comunidades.
Mientras, Barreiro Rivas convino que "no hay por qué copiar" la reforma catalana, puesto que sus postulados "no son una solución" para la comunidad, pero aclaró que el "contexto del debate y la resolución de determinadas cuestiones ya están marcados en el horizonte". "En unos casos son positivos para Galicia y, en otros, no lo son tanto", añadió.
PARTICIPACIÓN DEL PPdeG
Por otra parte, los redactores del Estatuto de 1981 consideraron que el necesario concierto del PPdeG para aprobar la reforma obliga la oposición a "buscar un equilibrio complicado", en palabras de Barreiro, quien recordó que los populares "querrán hacer valer su poder" como fuerza mayoritaria en el Parlamento. A su juicio, "es un derecho democrático que es lógico que exijan", tanto en la representación en la comisión que abordará el debate como en el texto final, si bien rechazó que este objetivo legitime al PPdeG para "boicotear" el proceso. "Núñez Feijóo tiene una posición delicadísima, pero es el horizonte que le queda", declaró.
Por último, Anxo Guerreiro recomendó al bipartito que "escoja el tiempo político" más adecuado para garantizar el éxito del debate que, según él, pasa por abordarlo cuando se apruebe la reforma del Estatut catalán para "evitar que la confrontación entre PSOE y PP se traslade artificialmente a Galicia".