ETA.- El coletivo Ahotsak reivindica el "imprescindible" concurso de la mujer para asegurar que "el proceso no fracase"

Europa Press Galicia
Actualizado: lunes, 5 junio 2006 18:47

SANTIAGO DE COMPOSTELA 5 Jun. (EUROPA PRESS) -

El colectivo femenino Ahotsak, surgido hace tres años para promover la paz sin condiciones en el País Vasco, reinvidicó hoy la "imprescindible" participación de las mujeres en la negociación para lograr el fin de ETA como "garantía de que el proceso no fracase".

En la presentación en Santiago de Compostela de esta iniciativa, que el pasado 8 de marzo aprobó un documento por la paz a instancias de un grupo de parlamentarias de todos los partidos de Euskadi y Navarra, a excepción de las del PP y UPN; representantes de Ahotsak, que significa 'voces' en euskera, coincidieron en que "hoy no se puede hacer política sin que todas, y todas, estén presentes".

La representante de la Mesa Nacional de Batasuna Jone Goirizelaia destacó la trascendencia de la iniciativa, de la que valoró tanto el contenido político como la perspectiva de género, por cuanto fue capaz de aunar un "punto de encuentro" entre personalidades "muy diferentes" que consideraron de que "si es importante que todos participen, el hecho de que lo hagan las mujeres lo es más".

Además, recordó que, pese a las críticas dirigidas contra las personas que suscribieron el texto 'Voces de mujeres para la paz', "prácticamente nadie" reprobó su contenido. "Las valoraciones fueron todas positivas y las descalificaciones personales nunca estuvieron exentas de machismo, curiosamente casi todas de hombres y muchos, de la derecha", añadió, tras lo que censuró la "actitud fascista de 'ordeno y mando'".

MANTENER LOS OBJETIVOS

Por su parte, la parlamentaria de Izquierda Unida-Exker Batua Kontxi Bilbao destacó que, pese a que el objetivo de Ahotsak "se logró, ahora el reto es mantenerlo". "Tenemos que estar ahí para que la paz no dé un sólo paso atrás y eso podemos garantizarlo las mujeres", declaró.

Bilbao incidió en el reto de impedir "que nadie se retire" del proceso de pacificación "porque no suma ventajas personales" y defendió el "derecho a decidir" como el mayor bien del ciudadano en democracia. Así, aclaró que el colectivo no reclama un "concepto nacional" para Euskadi, "sino el derecho universal de los seres humanos de ser libres".

Mientras, la diputada de Eusko Alkartasuna Nekane Alzelai consideró que, "tras hablar mucho del conflicto, lo difícil es hacerlo de la paz y de la normalización política". "La paz es posible, y nosotros entendemos que, pudiendo poner en común lo que nos une, se pueden dar pasos", declaró.

Así, destacó la capacidad de Ahotsak de consensuar "lo que une" a todas y cada una de sus integrantes, una opinión con la que coincidió la secretaria de Organización de Aralar, Itziar Gómez, quien aseguró que lo que tienen en común las promotoras de 'Voces de mujeres' es "la militancia por la paz".

En este sentido, consideró que el documento permite "visualizar que el acuerdo es posible", tras lo que reivindicó la "unión simbólica" de la mujer con la paz, basada, según ella, en su capacidad para dar vida y su tradicional exclusión del servicio militar.

ARRIESGAR

Una línea similar a la que defendió la concejal del Partido Socialista de Navarra en Pamplona Ainhoa Aznarez, quien definió a los miembros de Ahotsak como personas "insatisfechas" por una situación que "no gustaba" en Euskadi y que decidieron "arriesgar, porque si no, la sociedad no avanza".

Aznarez destacó que, pese a que "políticamente" está "muy distante" de algunas de sus compañeras en esta iniciativa, entre las que aludió específicamente a Jone Goirizelaia, "quién no iba a luchar por esto". "Apostamos por la reconciliación, sabemos que va a ser difícil, pero si lo conseguimos nosotros, ¿por qué no se va a poder lograr?", se preguntó.

Al respecto, la diputada del PNV Elisabeth Piñol destacó "en esta nación que es Galicia" que la apuesta de Ahotsak implica la "capacidad de dejar a un lado diferentes políticas por algo tan importante como la paz". Por ello, coincidió con las demás en que "el camino no concluye" con la declaración 'Voces de mujeres', sino que "habrá que seguir haciendo la paz con otras actividades".

Para ello, admitió la necesidad de asumir que la consecución de la paz requiere "riesgos y compromisos" y se mostró convencida de que las críticas recibidas suponen una "señal de debilidad" de quienes "ven que Ahotsak tiene razón y no se resignan a que viene otro tiempo en el que toca dialogar y emitir propuestas".

DOCUMENTO

El texto recuerda que, quienes suscriben esta declaración son mujeres "de distintas ideologías, tradiciones y sentimientos que, a título personal", y partiendo desde lo que les une y les separa, desean "explorar pasos hacia adelante en la búsqueda de la paz y de la reconciliación".

"Con esta declaración no pretendemos sustituir a nada ni a nadie, desde el lugar que ocupa cada una, nuestra única intención es dar un impulso a la situación actual e intentar ayudar en la búsqueda de soluciones, aseverando que el diálogo sin prejuicios y sin condiciones es un buen punto de partida como lo es el respeto a los derechos de todas las personas", añade.

"Creemos que las mujeres debemos ser, por lo tanto, agentes activas por la paz y participar en un nuevo proceso de esperanza que se debe abrir en nuestro pueblo", agrega. Tras señalar que "hoy por hoy y dado el modelo social en el que vivimos, el protagonismo de los hombres y las mujeres no es el mismo en la vida política de nuestro país", señala que, como se padecen "las consecuencias de un conflicto político" que no les es ajeno, reivindican "la participación y el protagonismo que las mujeres" con el objetivo de buscar soluciones.

"Debemos ser sujetos activos de la solución, al igual que hemos sido sujetos de lo que hasta ahora ha sucedido", asegura este colectivo de mujeres.

PREMISAS PARA LA PAZ

A su juicio, es preciso que se abra una etapa nueva bajo tres premisas básicas. Una de ellas sería que "la consecución de la paz es una exigencia colectiva y una prioridad política", además de "una tarea de todos, que no consiste únicamente en la ausencia de cualquier violencia".

"El concepto de paz, desde nuestro punto de vista, no está vacío de contenido, sino todo lo contrario. Para nosotras, tiene que ver con la democracia, la justicia social, con un proceso de cambio que permita a la ciudadanía dar por concluidos conflictos históricos, cerrar una página en términos de derechos y libertades", destaca.

La segunda premisa sería que "todos los proyectos políticos se pueden y se deben defender". "No hay que imponer ninguno. Hay que buscar un escenario democrático que permita y garantice el desarrollo y la materialización de todos los proyectos en condiciones de igualdad, por vías políticas y democráticas", indica.

En tercer lugar, considera esencial que, "si la sociedad vasca, la ciudadanía del País Vasco o Euskal Herria desea transformar, cambiar o mantener su actual marco jurídico-político, todos deberíamos comprometernos a respetar y establecer las garantías democráticas necesarias y los procedimientos políticos acordados para que lo que la sociedad vasca decida sea respetado y materializado. Y si fuera necesario, tuviera su reflejo en los ordenamientos jurídicos".

En este sentido, entienden que también deberán abordarse "los condicionantes que determinan la diferente participación social de las mujeres y hombres, a fin de que se garantice la igualdad de derechos y oportunidades inexistentes en la actualidad". "Esto conlleva el reconocimiento de nuestros derechos, los de las mujeres, y sólo será posible desde el compromiso firme de todos los agentes partícipes en el proceso", indica.

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