La ex mujer y la hija de un policía local de Ourense denuncian su indefensión ante las amenazas de muerte de éste

Europa Press Galicia
Actualizado: martes, 30 mayo 2006 13:06

Una sentencia obliga al hombre a pasar tres años y un mes en prisión por maltratar a su hija durante 12 años

SAN CIBRAO DAS VIÑAS (OURENSE), 30 (EUROPA PRESS)

La ex mujer e hija de 19 años de un agente en activo de la Policía Local de Ourense, naturales de la localidad ourensana de San Cibrao das Viñas, denunciaron la indefensión que sufren ante las amenazas de muerte de su ex pareja y padre, respectivamente, tras ser condenado por maltratar durante 12 años a la joven.

En declaraciones a Europa Press Televisión, la chica, C.A.F., que sufrió malos tratos desde los cuatro años, declaró sentirse "en más peligro" tras la sentencia de octubre de 2005, ratificada en marzo de este año, por considerar que su padre "ahora que lo ha perdido todo", puede cumplir sus amenazas.

A pesar de que el juez decretó tres años y un mes de cárcel para el acusado y dictó una orden de alejamiento, la joven aseguró que se cruza con el condenado a menudo. "Se me cruza, se pone delante y me dice: eres una mierda, voy a acabar contigo, no valéis nada", afirmó.

Además, señaló que se siente cada vez "más atrapada, más encerrada, y más limitada", porque sus seres queridos le piden que no salga a la calle cuando no está con ellos, ya que la joven no dispone de ningún otro tipo de seguridad. Al respecto, criticó el que sea necesario que pase "algo grave", como que mueran ella o su madre, para que se tomen medidas.

"ME DESVIVÍ POR ÉL PARA QUE NO ME PEGARA"

La joven durante su juventud se desvivió por su padre para evitar que se enfadara y le pegara, porque cuando se enfurecía lo pagaba con ella, o con su madre si estaba en casa, según recordó. Por aquel entonces, relató, "el único que me defendió alguna vez fue mi perro", el cual mordió en dos ocasiones al hombre, mientras golpeaba a la chica.

Durante su adolescencia, la joven padeció anorexia, enfermedad que su padre le recriminó. Según comentó la chica, en una ocasión en la que se encontraban en la consulta del psicólogo la zarandeó diciendo: "Esto lo arreglo con un par de ostias, antes de tener una hija enferma, acabo con ella", señaló.

La vida de la joven está llena de episodios de este tipo como cuando, según declaró ella, su padre le tiró una silla o una ocasión en la que se encontraba sentada en la alfombra y su padre la increpó diciendo que en el suelo sólo estaba la basura y empezó a darle patadas.

LA MADRE NO SABÍA NADA

La chica vivió amenazada durante su juventud porque el policía le había advertido de que como le contara algo a su madre las mataría a las dos, y que él, siendo agente, no tendría consecuencias.

Por este motivo la chica se mantuvo en silencio hasta 2004. El 15 de marzo de ese año, siendo menor de edad, salió de casa para ir al colegio y el padre detrás de ella. "Bajó muy agresivo y yo intenté retenerle", declaró la madre, Consuelo Figueiredo, quien, hasta ese día, no sospechaba nada de lo que padecía su hija.

El hombre acudió al centro de estudios de la joven, de donde se la llevó. "La metió dentro de un coche y le empezó a pegar", declaró Consuelo. "Antes de llegar a casa, pasaron por un puente y le dijo "o te tiras o te tiro y me encargaré de que nadie recoja tus restos", aseguró la madre que le dijo su ex pareja a su hija.

Al día siguiente denunciaron el caso y Consuelo pidió la separación. En ese momento, la mujer se enteró del maltrato sufrido por su hija, ya que nunca había sospechado nada. El 4 de octubre del año pasado la justicia les dio la razón y el juzgado condenó a José Antonio Álvarez por un delito de maltrato.

Aunque el agente recurrió el fallo ante la Audiencia provincial, la ley dio de nuevo la razón a las denunciantes y ratificó el 20 de marzo de este año la condena para el imputado de tres años y un mes de prisión, con el mismo tiempo de privación de derecho de tenencia de armas.

"Lo único que quiero es garantizar la vida de mi hija y que nos deje vivir en paz", comentó Consuelo, por lo que pidió que cumpla la sentencia, aunque el agente sigue en activo.

"DEJAR DE TENER MIEDO"

Actualmente Consuelo Figueiredo pretende poner en venta la vivienda en donde habitaron estos años para repartir el dinero con su ex marido, pero mientras tanto, su hija sigue "atrapada" en donde vivió "lo peor" de su vida, viendo la esquina en donde su padre le abrió la cabeza, las manchas de sangre y a él paseándose por el pueblo.

La última vez que coincidieron con él fue hace una semana en la inmobiliaria, a donde se dirigían para realizar los trámites de la venta de la vivienda y una finca, y proceder a la división de bienes. Allí se encontraba el policía, quien se acercó a su hija y la volvió a amenazar, según las afectadas.

"La situación psicológica de mi hija es altamente peligrosa y quiero sacarla de aquí", comentó Consuelo, quien confía en vender la casa e irse a vivir a otra lugar. "Mi hija tiene aquí sus malos recuerdos y sus manchas de sangre siguen aflorando a pesar de pintar la pared", aseveró. Por el momento, los abogados de su ex marido les comunicaron que su cliente "está en una situación anímica que no le permite firmar la división de los bienes", informó la ex mujer.

Consuelo, que tiene "clarísimo" que a su ex esposo le benefició trabajar como agente de policía, señaló que quiere irse de esa casa. "Yo le doy su parte y aún así, no me deja", aseguró. Además, manifestó que desea garantizar la vida de su hija "y vivir en paz". "Quiero que lo alejen de mí, que me dejen salir de esta casa y quiero dejar de tener miedo", concluyó la joven.

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