Expertos alertan de que las pymes gallegas sólo serán competitivas si apuestan por innovar y evitan la fuga de cerebros

Actualizado: viernes, 6 enero 2006 12:45

Galicia es la sexta comunidad española con más certificaciones de calidad y la segunda en proyectos validados de I+D+i

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 6 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las pequeñas y medianas empresas gallegas deben invertir en procesos de innovación y evitar la fuga de cerebros si quieren competir en un mundo globalizado y cada vez más competitivo, pues está demostrado que la apuesta por la calidad está íntimamente ligada a la capacidad de exportación de una firma.

En estos momentos la Comunidad gallega se sitúa en los últimos lugares de gasto en I+D (un 0,86 por ciento sobre el PIB), frente al 1,14 por ciento de la media española, si bien en el apartado de la innovación -aunque las cifras varían según el indicador que se toma- no está tan alejada de la media.

Los principales problemas para que las pymes se incorporen a procesos de innovación residen en la falta de tradición que tienen las empresas más pequeñas en investigación aplicada y de desarrollo, así como en la cierta desconexión que todavía existe entre universidad y empresa, un aspecto en el que trata de incidir la Administración autonómica.

Otra carencia que se constata es el pequeño número de centros tecnológicos, tanto de ámbito generalista como sectoriales. El responsable de Aenor para esta comunidad, Martín Pita, cree que mejorando estas debilidades y con ayudas fiscales a la innovación y medidas laborales para evitar la fuga de cerebros, "la empresa gallega puede ser tan buena o mejor que cualquiera".

Según el presidente del Congreso Galego da Calidade (CGC), Enrique Conde, está demostrado que "existe una correlación directa" entre los sistemas de calidad certificada y un mayor grado de exportaciones", por lo que considera acreditado que "la innovación reporta ventajas cuantificables" para las empresas.

En la actualidad, Galicia es la sexta comunidad autónoma con un mayor número de firmas con certificado de calidad, casi 3.000, y es la tercera en distintivos ISO 14000 que acredita la gestión medioambiental. Aenor asegura que, desde hace 10 años, el empresariado gallego ha conseguido que sus productos se asocien con la calidad.

En este sentido, destaca también que la Comunidad gallega es la segunda -sólo superada por la de Madrid- con más proyectos de I+D+i certificados, con un total de 25, y con siete u ocho más en trámite.

El último informe de Innovación Tecnológica en las Empresas, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y correspondiente al año 2003, indica que Galicia concentra el 6,2 por ciento de las 23.721 empresas españolas que cuentan con actividades innovadoras. En concreto esta autonomía cuenta con 1.486 entidades con actuaciones en este ámbito, de las que la gran mayoría, 1.440, tienen menos de 250 trabajadores y 46 superan esta cifra.

El director xeral de I+D+i de la Xunta, Salustiano Mato, opina que Galicia "necesita incrementar sus actividades de innovación en su conjunto", tanto en productos como en proceso, con el objetivo de poder lograr "ventajas competitivas y aumentar la capacidad de exportación".

Mato también apunta a la poca dimensión de las empresas gallegas y "su desestructuración" como un lastre para su "internacionalización" y para conseguir "productos competitivos". Por ello, defiende la necesidad de "fomentar la cultura asociativa y corporativa" entre las firmas como paso previo a la constitución de un cluster o conglomerado empresarial.

Con esta concienciación espera que el el 'know how' "pueda quedar en Galicia porque será la mejor manera "de luchar contra la deslocalización empresarial e incrementar la venta de productos en el exterior". Así, abogó por constituir plataformas tecnológicas en los sectores más maduros, a partir de los clusters, y dinamizar los centros tecnológicos. Con todo este proceso se empezaría a poner en valor el conocimiento gallego.

La intención de la Xunta es realizar un análisis del momento en el que se encuentra cada sector, ya que según su proceso de maduración "los caminos y los niveles de ambición deben ser diferentes". La Administración gallega entiende las ayudas públicas para que "sirvan como capital semilla y espíritu inversor", además de como "efecto multiplicador".

El plan del Ejecutivo autonómico se basa en tres ejes. El primero se refiere a los sectores donde Galicia ya es competitiva desde el punto de vista productivo (como el de la automoción), candidatos a focalizar prioridades. En un segundo paquete se encuentran las tecnologías y las líneas de industria emergentes que, sin llegar a tener una masa crítica importante, pero que pueden ser de gran importancia para dinamizar esta autonomía.

La tercera pata y la más complicada integra a los sector de alta tecnología y que disponen de una semilla industrial suficiente para poder desarrollarse, como mínimo para ser segmentos alternativos en el contexto internacional.

AUMENTAR LA INVERSION PRIVADA EN I+D

En cuanto a la I+D la intención de la Xunta es poder llegar al horizonte del año 2010 con un gasto sobre el PIB que alcance la media española o incluso que la supere. En la actualidad esta cifra se sitúa en el 0,86 por ciento, muy lejos del 1,14 por ciento de la media estatal.

La administración se plantea cambiar la conciencia de las pymes poniendo como ejemplo las experiencias rentables de grandes firmas en la I+D para que éstas actúen como líderes y arrastren a las más pequeñas a seguir esta tendencia. Además, el peso de la empresa privada en el gasto en I+D debe incrementarse desde el 0,39 por ciento de este momento hasta más o menos la mitad.

En este capítulo, al igual que pasaba con los procesos de innovación, la colaboración mutua entre universidades y empresas, con un papel importante de los centros tecnológicos, será clave para que Galicia se incorpore de manera definitiva a la gestión rentable y competitiva.