Las familias gallegas prefieren adoptar en China y Etiopía porque en estos países los trámites tardan menos

Benestar de la Xunta prima "la protección a los menores" y recuerda que "lo que se busca con una adopción es una familia para un niño"

Europa Press Galicia
Actualizado: domingo, 10 septiembre 2006 15:00

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

Las familias gallegas prefieren adoptar en China y Etiopía, ya que en estos países los trámites suelen tardan menos en resolverse. Casi el 78% de los niños adoptados o preasignados a familias gallegas en el primer semestre del año proceden de esto dos países, según los datos que maneja la Secretaría Xeral de Benestar, dependiente de la Vicepresidencia de la Xunta.

La Secretaría Xeral de Benestar recibió entre enero y junio un total de 275 solicitudes de adopciones internacionales, pero finalmente sólo se tramitan 248 expedientes, que están en distintas fases, según indicaron a Europa Press fuentes del citado departamento de la Vicepresidencia de la Xunta.

Los procesos de adopción internacional, además de a la normativa vigente en España y en la UE, están sujetos a la legislación y administración del país de los que son originarios los menores, lo que hace que los trámites sean largos e, incluso, en algunos momentos las autoridades extranjeras involucradas deciden suspenderlos.

Otro de los elementos que alarga en el tiempo la llegada de los niños es la valoración de idoneidad de los futuros padres adoptivos, pero la Administración gallega defiende su realización por la necesidad de "velar por la protección de los menores".

Así, actualmente están en fase de resolución los 248 expedientes de adopción internacional abiertos en Galicia en el primer semestre del año. La Secretaría Xeral do Benestar tramita las peticiones formalizadas por 110 familias coruñesas, 91 de la provincia de Pontevedra, 26 familias de Ourense y 20 de Lugo.

Del total de expedientes de adopción internacional, la mayoría se refieren a menores originarios de China (129) y Etiopía (54), aunque también destacan las peticiones para traer a Galicia niños o niñas de Colombia (15), Nepal (11), Panamá (9) y Rusia (8). Además, también se formularon solicitudes a otros países.

Tras un proceso de valoración de los solicitantes y resueltos los trámites, fases que en ocasiones se prolonga durante varios años, se producen las asignaciones de menores a las familias que han solicitado la adopción internacional, lo que supone el paso previo a la sentencia firme por la que se les concede la potestad sobre sus nuevos hijos.

PREASIGNACIONES Y ADOPCIONES FIRMES

Así, en el primer semestre del año en Galicia hubo 169 preasignaciones de menores y 84 sentencias firmes. Por provincias, la de A Coruña fue la que contó con la llegada de más menores extranjeros, con 92 en preasignación a sus futuras familias y 66 con sentencia de adopción firme. Le sigue la provincia de Pontevedra, con 53 menores preasignados y 10 con autorización firme de adopción; la de Lugo, con 15 menores preasignados y 5 con sentencia de adopción firme; y, por último, la de Ourense, con 9 preasignaciones y tres adopciones firmes.

En cuanto al lugar de procedencia, entre enero y junio en Galicia hubo 88 preasignaciones y 45 sentencias firmes de adopción de menores chinos, mientras que hubo 44 preasignaciones de niños y niñas etíopes y 20 adopciones internacionales firmes. Así, el 77,8% de las preasignaciones y adopciones firmes realizadas en este periodo correspondieron a menores procedentes de China y Etiopía.

Al margen de estos países, según las estadísticas de la Secretaría Xeral de Benestar, 17 menores colombianos, 5 niños rusos, cuatro nepalíes, otros cuatro salvadoreños, tres menores húngaros, dos mexicanos, uno ecuatoriano y otro filipino fueron asignados a familias gallegas. Asimismo, las sentencias de adopción internacional fueron firmes para once menores colombianos, cinco rusos, uno búlgaro, otro nepalí y otro ucraniano.

PROTECCIÓN A LOS MENORES

La secretaria xeral de Benestar, María Xesús Lago, explicó a Europa Press que son las familias las que "eligen" solicitar adoptar a un menor en un determinado país. Así, atribuyó la preferencia por realizar las adopciones internacionales en China y Etiopía a "ciertas circunstancias", como que supone un menor tiempo de espera en la tramitación o por la menor edad de los niños y niñas que se pueden adoptar.

Lago, quien advirtió de que la Xunta sólo tiene competencias en la evaluación de la idoneidad de las parejas o personas que quieren adoptar, explicó que la tramitación de solicitudes por las entidades colaboradoras de adopción internacional (ECAI) y las autoridades extranjeras suelen prolongarse "de un año en adelante, dependiendo de cada país".

Ante la duración de la tramitación de las adopciones internacionales y situaciones en las que las autoridades extranjeras deciden "cerrar" los procesos, la directora xeral de Benestar reconoció que los aspirantes a padres adoptivos debe cumplir unos requisitos de idoneidad.

La secretaria xeral de Benestar advirtió de que para la Administración gallega los programas de adopción, ya sean de carácter nacional o internacional, tienen como "prioridad el velar y proteger a los menores". "Lo que se busca desde la adopción es una familia para un niño", declaró, al tiempo que matizó que pensar en las adopciones como un programa para las familias sería "desvirtuarlo".

Admitió que parece que por la propia estructura social actual hay personas y parejas que recurren a las adopciones pensando que se trata de "un programa de paternidad o maternidad", pero insistió en que asumir la protección de un menor "requiere un esfuerzo grande" y debe hacerse "con todas las consecuencias".

SIN RECHAZOS

Por ello, María Xesús Lago explicó que la Secretaría Xeral de Benestar ha hecho una importante inversión en la ampliación y mejora del trabajo de los equipos técnicos que elaboran los informes sobre idoneidad y en facilitar toda la información a las familias que solicitan una adopción, ya sea internacional o nacional.

Según dijo, la concesión de idoneidad para una adopción tarda --en torno a seis meses o más--, pero tiene que ser así porque los técnicos tratan de "garantizar" que los menores y sus padres adoptivos se adapten a la nueva situación. Al respecto, resaltó que "las familias adoptivas gallegas son responsables" y que, salvo incidencias puntuales, "no hay un nivel alto de rechazos en las adopciones concedidas".

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