La oposición le responde con un 'no' y escenifica sus diferencias con el popular en política económica, autogobierno y lengua
-. FirmFeijóo durante su intervención en la primera jornada de investidura
DAVID CABEZÓN @ PPDEG
Actualizado: jueves, 10 noviembre 2016 21:13

La oposición le responde con un 'no' y escenifica sus diferencias con el popular en política económica, autogobierno y lengua

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -

Alberto Núñez Feijóo ha sido elegido presidente de la Xunta por tercera vez con el "sí" de los 41 diputados que componen el Grupo Popular, incluido él mismo, tras reiterar su voluntad de "trabajar juntos" con toda la oposición, pero dejando claro que no aceptará sus demandas de "cambio".

   Aunque la apelación al consenso fue conjunta, el líder del PPdeG evidenció que ve más posibles puntos de encuentro con el PSOE --al que "necesita", ha admitido, en temas clave como la financiación autonómica o la demografía-- y con el BNG, cuyo plan de retorno de la emigración se mostró dispuesto a analizar o la lucha contra la violencia machista.

   Con En Marea, en cambio, fue más incisivo en sus críticas, al tiempo que lanzó un mensaje común a todos sus rivales: "Piden cambios de lo que los gallegos no quieren cambiar... No me pidan lo contrario de lo que los gallegos me mandan porque no lo voy a hacer".

   Lo hizo en vista del rechazo a sus llamadas de diálogo. De hecho, la respuesta de En Marea, PSdeG y BNG fue el "no" de sus 34 representantes, que uno tras uno se levantaron para rechazar su investidura tras oponerse al "continuismo" de sus políticas y censurar su falta de compromiso con esta comunidad.

   Precisamente, Luís Villares (En Marea) le reprochó que "cumplió el déficit, pero no con la gente" y que en los ocho años que lleva residiendo en Monte Pío no procuró desarrollar el autogobierno de Galicia.

   Asimismo, Xoaquín Fernández Leiceaga (PSdeG) cuestionó su "compromiso" con Galicia esgrimiendo su falta de apoyo a la lengua, la cultura y el autogobierno y mostró sus dudas sobre que su "retórica de la unidad", como la de Donald Trump, tenga "algo consistente" detrás.

   Por último, la nacionalista Ana Pontón, que dejó claro que Feijóo "no" le representa, le pidió que en este mandato "no siga asfixiando a la democracia" con su mayoría absoluta como ha hecho desde 2009.

AGRADECE EL TONO

   Pese a las críticas, Feijóo comenzó su turno de cierre del debate agradeciendo el "tono" que reinó durante toda la sesión, al constatar "un cambio de formas" que --a su juicio-- es "bueno". "Se puede discrepar profundamente con enorme educación", aplaudió.

   Pero más allá de eso, lo que subrayó es que su puesto se debe a que recibió la confianza mayoritaria de los gallegos el pasado 25 de septiembre y, por ello, apeló a los grupos a que "colaboren en las soluciones" que necesita Galicia en lugar de estar "echando culpas a un tal Feijóo".

   "El recuento terminó y esto no es una segunda vuelta, sino el primer turno de los próximos cuatro años", enfatizó, sin dejar de reivindicar que la suya es "la única mayoría absoluta" de una comunidad autónoma y de atribuirla a que los gallegos ven sus políticas las "mejores".

   Por tanto, insistió en su apelación a "trabajar juntos" y aseguró a los representantes de la oposición que estará "a su disposición" siempre que su objetivo sea "echar una mano". "Trabajando por Galicia nos encontraremos si quieren contribuir a algo", suscribió Pedro Puy (PPdeG).

PUNTOS DE FRICCIÓN

   Entre los principales puntos de fricción señalados por la oposición con quien ha vuelto a ser proclamado presidente de la Xunta están su política económica, sus medidas relacionadas con la lengua y su escasa defensa del autogobierno gallego.

   "Si realmente quiere tanto al gallego, levante la prohibición de que las matemáticas se puedan impartir en gallego", le espetó Pontón, antes de que Villares le acusase de que estaría "muy contento de que el gallego se convirtiese, como el latín, en una lengua muerta que conociesen todos los curas pero que nadie hablase".

   Sobre el autogobierno, Leiceaga le instó a "utilizar su influencia en España" para poner a Galicia "a la altura de otras comunidades" tras pedir --al igual que la portavoz del BNG-- el fin de los recortes en los servicios públicos ahora que se vislumbra el inicio de la recuperación económica.

   Enfrente, Feijóo blandió el trabajo que llevó a cabo para impedir que Galicia fuese intervenida como muestra de su defensa del autogobierno. "No hay autonomía política sin autonomía financiera", respondió, y alegó que el decreto del plurilingüismo en la enseñanza garantiza el equilibrio idiomático en las materias escolares.

COMUNICACIÓN AL REY FELIPE VI

   Tras quedar proclamado presidente por tercera vez, el jefe del Legislativo, Miguel Santalices, comunicó ya el resultado de la elección a Su Majestad el Rey Felipe VI para su nombramiento mediante real decreto, que se publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

   La comunicación a Su Majestad El Rey y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se hizo esta misma tarde por correo electrónico, al tiempo que se envió a ambos el documento original que llegará a destino este viernes a primera hora.

LA 'COBRA' DE PONTÓN

   Los reproches de la oposición no impidieron que Feijóo recibiese una cerrada ovación de las bancadas populares nada más ser proclamado por Santalices presidente de Galicia para esta X Legislatura.

   No faltaron en los abrazos posteriores ni sus más estrechos colaboradores ni su familia --su madre y su hermana llegaron casi al término de su discurso--, así como tampoco dirigentes populares como el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva; el portavoz en el Senado, José Manuel Barreiro; el alcalde de Ourense, Jesús Vázquez; y el presidente de la Diputación ourensana, Manuel Baltar, entre otros.

   Tras el abrazo con su 'mano derecha', el vicepresidente Alfonso Rueda, todavía en el hemiciclo, y a diferencia de lo que ocurrió en su segunda investidura, en 2012, los portavoces de la oposición se acercaron a su escaño para felicitarle.

   Villares fue el primero y le sucedió casi inmediatamente Leiceaga. No fue hasta pasados unos minutos cuando Ana Pontón se dirigió a él y el intento de Feijóo de agradecer su gesto con los habituales dos besos se convirtió en la nota graciosa de la jornada: la 'cobra' de la nacionalista, más proclive a dar la mano en los actos oficiales, como recientemente experimentó también el propio Santalices.

   Ya en los pasillos de la Cámara, Feijóo siguió recibiendo parabienes, entre ellos los del veterano socialista Ismael Rego, habitual de estas citas institucionales. Fue uno de los socialistas que acudió al Pazo do Hórreo, además de la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y buena parte de los representantes en Cortes del PSdeG.

   Asimismo, el histórico nacionalista Xosé Manuel Beiras siguió el debate desde la tribuna de invitados, al igual que el hermano de Luís Villares y el exportavoz parlamentario del BNG Francisco Jorquera, entre otros.

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