FERROL, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Ferrol destinará mayor vigilancia policial al barrio de Recimil, conocido como el de "casas baratas", para evitar que chabolistas procedentes del poblado de Penamoa ocupen ilegalmente las casas sociales vacías o, incluso, lleguen a allanar las viviendas que ya están habitadas cuando sus residentes están ausentes.
El alcalde de Ferrol, Vicente Irisarri, se ha comprometido a resolver "en cuestión de horas o de días" la ocupación que sufrió una de las viviendas de Recimil. Está habitada por un matrimonio y sus hijos, pero sus ocupantes, que estaban en casa de los padres de la mujer en Ares, se encontraron a su regreso con que la puerta blindada había sido reventada y cambiada por otra, y que el piso había sido ocupado.
Juan Piñeiro, el padre de la mujer que vivía de forma oficial en el piso social, se ha reunido este jueves, junto con otros vecinos, con el regidor ferrolano, a quien ha denunciado que "le rompieron la puerta con un pie de cabra, eso que era blindada, y pusieron otra". "Te marchas unos días de vacaciones y después ya no tienes casa", ha lamentado.
El grupo de vecinos que se ha reunido con el alcalde y con la concejala de Seguridad, Sandra Ríos, ha asegurado que los "okupas" eran "gitanos", de la zona de A Coruña, algunos procedentes del "poblado chabolista de Penamoa". En algunos casos, ocuparon las viviendas que estaban vacías y que el Ayuntamiento había tapiado -el barrio de Recimil es de propiedad municipal-.
JUNTA LOCAL DE SEGURIDAD
En respuesta a las reclamaciones vecinales, el alcalde de Ferrol se ha comprometido a que la situación del barrio de Recimil será abordada en la próxima reunión de la Junta Local de Seguridad, que se celebrará el miércoles 20 de octubre, y en la que participarán los representantes del Ayuntamiento y de la Policía Nacional, de la Guardia Civil, el Juez decano de Ferrol, el subdelegado del Gobierno y la Consellería de Presidencia.
El objetivo será sumar esfuerzos para articular mecanismos que permitan agilizar al máximo los procedimientos judiciales para atajar los casos de ocupación irregular, de "patada en la puerta", porque una vez que se ha producido, tan sólo pueden ser solucionados por vía judicial.
Asimismo, ha anunciado una mayor presencia de agentes de la Policía Local y de la Nacional en determinadas zonas del barrio de "casas baratas", que cuenta con más de mil viviendas y ha solicitado también la colaboración ciudadana para que alerten de aquellos casos en los que se puede estar produciendo una ocupación irregular.
La presencia de antiguos chabolistas de Penamoa también se ha constatado en otras zonas de la ciudad, en concreto, en el barrio de viviendas sociales de San Pablo, aunque en este caso, las viviendas han sido compradas.
No obstante, Irisarri sostiene que "por el número de denuncias e incidentes, no es una situación alarmante", a pesar de que "quienes viven allí -en Recimil- tienen una sensación peor de la realidad", y el "miedo es un sentimiento muy contagioso". Así, ha resaltado que, aunque por los datos facilitados por la Policía Nacional el número de delitos no es elevado, es preciso acabar con "la impunidad" a través de las fuerzas de seguridad y del sistema judicial, para no dar la impresión de que esos delitos de ocupación o de "allanamiento de morada" quedan "impune".
