Galicia busca reducir los accidentes con un helicóptero radar de control y la división de carriles en vías conflictivas

La Xunta apela al "compromiso" ciudadano y alerta de 926 positivos por alcohol en 15 días y un 50% de víctimas sin medidas de seguridad

Europa Press Galicia
Actualizado: martes, 18 abril 2006 16:53

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

La conselleira de Política Territorial, María José Caride, anunció hoy la puesta en marcha de medidas "a corto plazo" para reducir el índice de siniestralidad en las carreteras gallegas, entre las que destacan la dotación de un helicóptero de control de tráfico que funcionará como radar y la separación física de carriles en las vías de alta capacidad más conflictivas, especialmente la de O Salnés y O Barbanza.

Se trata de las principales conclusiones de la reunión celebrada esta mañana en Santiago por la titular de Política Territorial, el conselleiro de Presidencia, José Luis Méndez Romeu; y el delegado de Gobierno, Manuel Ameijeiras; para analizar los accidentes de la Semana Santa, que implicaron 16 muertos, y tras la que alertaron de que la mayor parte de los siniestros se deben al "comportamiento de los conductores".

Así, en la convocatoria estudiaron medidas para "paliar este grave problema" y la necesidad de que los ciudadanos "se comprometan", puesto que, según advirtió Caride, muchos de los accidentes y de las víctimas mortales "son evitables", como prueban datos como el de que el 50 por ciento de los fallecidos en la última Pascua no llevaban medidas de seguridad o el de que solo entre el 1 y el 16 de abril se detectaron 926 positivos por alcoholemia, frente a los 834 registrados en la totalidad del mismo mes en 2005.

En consecuencia, la conselleira advirtió que las causas de los accidentes están relacionadas con la velocidad excesiva, las condiciones físicas de los conductores y las imprudencias y, por ello, avanzó que el Plan Galego de Seguridad Vial coordinará acciones en el ámbito de control, de la concienciación, de la educación y de la sanidad, parte de las cuales prevé impulsar este mismo ejercicio.

ACTUACIONES INMEDIATAS

No obstante, "a corto plazo", las actuaciones más importantes pasan por el helicóptero de control que la Dirección General de Tráfico (DGT) activará a partir del 1 de mayo, equipado con todos los medios para operar como un radar, con el objetivo de detectar infracciones y capacidad sancionadora.

La DGT decidió destinar esta unidad a Galicia en respuesta al "elevado" número de muertos que registran las carreteras. Así, se trata del tercero que se habilita en todo el Estado, está compuesto por ocho agentes de tráfico y supervisará desde el aire "todo tipo de comportamientos e incidentes".

Por su parte, la Consellería de Política Territorial acometerá una campaña de separación física de los carriles en las vías de alta capacidad que padezcan mayores índices de siniestralidad, puesto que, según recordó Caride, el agravante de los accidentes se produce cuando los vehículos que se salen de la carretera colisionan contra los que circulan en el sentido contrario.

Para ubicar estas barreras rígidas, el departamento autonómico estudiará los tramos específicos en los que se producen más accidentes, si bien la conselleira ya avanzó que las vías prioritarias serán la de O Salnés --que registró seis muertos en Semana Santa-- y la de O Barbanza.

OTRAS ACTUACIONES

Con todo, la Xunta mantiene su propósito de acometer un desdoblamiento de las vías, aunque se trata de obras "a medio plazo", frente a las previsiones para las separaciones físicas, que ya están siendo estudiadas por los técnicos con el objetivo de emplazarlas "lo antes posible".

Asimismo, el Gobierno gallego ha solicitado a la DGT que aumente el número de efectivos, puesto que considera que el mayor control policial "disuade comportamientos no apropiados", mientras que la propia dirección general pondrá en marcha en breve una campaña de detección del consumo de drogas al volante, no sólo de alcohol, sino de cualquier tipo de sustancia estupefaciente.

De igual forma, Caride reivindicó la atención de su departamento a la mejora de las carreteras, que ya ha experimentado un incremento presupuestario del 70 por ciento este año, y aclaró que este objetivo requiere de una planificación inicial en el marco del Plan de Infraestructuras de Transporte, que permita diagnosticar las deficiencias y solucionar los defectos de la red viaria.

TRASPASO COMPETENCIAL

Además, la conselleira rechazó que el traspaso de las competencias de tráfico requerido por la Administración autonómica vaya a redundar en una reducción de los accidentes y, por ello, reclamó "mucha prudencia". "Ojalá fuera tan fácil", añadió, en referencia a que "no es posible vigilar a todos los ciudadanos".

Por ello, adujo que el "problema serio" de la accidentalidad viaria "no obedece" a una modificación competencial, sino a la del "comportamiento ciudadano", donde se comprometió a "concentrar los esfuerzos". "Queremos la transferencia, claro que la queremos, pero por sí sola, no soluciona nada. Lo importante no es quién la tiene, sino cómo atajamos el problema", advirtió.

Con todo, recordó que el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, advirtió ayer mismo de que la seguridad vial "no se traspasa" y "queda supeditada al tema del Estatuto", si bien la conselleira insistió en que los efectos de esta transferencia serían "muy marginales". "Es un tema que tenemos que tratar entre todos, con una modificación en el comportamiento de los individuos", concluyó.

Contenido patrocinado