Quintana aspira a que la norma gallega "no se circunscriba" al ámbito penal y fije obligaciones que "no dependan del Gobierno de turno"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 12 Feb. (EUROPA PRESS) - El número de denuncias por violencia de género se ha duplicado en los últimos cinco años en Galicia, donde se pasó de los 1.356 casos presentados ante la Fiscalía en 2001 a 2.912 el pasado año, una evolución que hace "prever" que al final de este ejercicio se superen también las 1.311 órdenes de protección decretadas en 2006.
Así lo revelan los datos recabados por la Vicepresidencia de la Xunta para elaborar la 'Guía práctica para mujeres que sufren violencia de género', presentada hoy por el titular del departamento, Anxo Quintana; y por la secretaria xeral de Igualdade, Carme Adán; en una rueda de prensa en la que alertaron de la "benevolencia" social que aún pervive en torno a esta cuestión.
Quintana lamentó que, "desgraciadamente, en muchos casos, no sólo la mujer que padece --maltrato--, sino su propio entorno no es capaz de indentificar la situación" como un perfil de violencia. Por ello, reivindicó las pautas incluidas en la guía, de la que se han editado 5.000 ejemplares, para que "cualquier persona pueda identificarlas".
Según él, "cuantas más personas puedan hacerlo, mayor prevención", como prueba la "realidad estadística que demuestra la importante progresión de las denuncias" registrado desde 2001, que en su opinión exigen "informar acerca de la respuesta judicial" y de las actuaciones que se derivan de la interposición de una denuncia.
Así, la guía da cuenta de las acciones consecuencia de situaciones de maltrato, tanto desde la perspectiva penal como desde la civil, y está orientada tanto a las víctimas como a los profesionales de los servicios sociales, sanitarios y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
OBJETIVO
Su objetivo principal radica en facilitar el acceso a una información "rigurosa y clara", como recurso "clave" para prevenir y detectar los casos de maltrato. Para ello, la guía describe las manifestaciones de este problema, con el reto de aprender a identificarlo, puesto que, según Quintana, "muchas veces, la persona no ve lo acontecido como violencia, cuando sí lo es".
A continuación, da cuenta de las recomendaciones, especialmente qué hacer mientras se mantiene la relación con el agresor, como ocurre "en la mayor parte de los casos", e informa sobre el sistema penal, en relación con el procedimiento en todas sus fases y los derechos que asisten tanto a las mujeres como a sus hijos. De igual modo, analiza el sistema judicial civil, con el objetivo de regularizar su situación personal y económica.
Con todo, el vicepresidente admitió que "ninguna de las cosas" que pueda promover su departamento será la "piedra filosofal" para resolver esta lacra, si bien "todas son necesarias y urgentes". "La guía es un grano de arena más en el compromiso de lucha incansable", sostuvo, tras lo que advirtió de que "donde hay un asesino, puede haber un asesinato, se pongan las medidas que se pongan".
LEY INTEGRAL
Por ello, garantizó que Vicepresidencia "nunca caerá en la autocomplacencia" y mantendrá la alerta con medidas como la Ley Gallega de Prevención y Tratamiento Integral, que tramitará por el procedimiento de urgencia a partir de marzo y que surge con el objetivo de consolidar un "marco legal que obligue" y que permita una respuesta "más allá de lo penal".
Así, explicó que, aunque "Galicia está de acuerdo con la norma estatal, no quiere circunscribirse al ámbito de lo penal", sino que aspira a "medidas sociales con rango de ley, que no dependan del Gobierno de turno".
Para ello, además de las órdenes de alejamiento y protección, la legislación se erigirá como "instrumento para reiniciar una nueva vida, incluso en diferentes lugares", al tiempo que prevé mejorar la formación de los profesionales de la materia, con partidas como los 500.000 euros que se dedicarán en 2008 a "atender los casos con mayor diligencia".
De igual modo, incluirá la creación de un centro de recuperación integral, que se ubicará en Santiago como "un instrumento más para estar con las víctimas", y regulará la protección económica, para impedir que las ayudas "sean sólo una cuestión de voluntad política del Gobierno de turno y puedan establecerse con rango de ley".
MARCO LEGAL
En definitiva, para Quintana, se trata de consolidar un marco que permita a víctimas y Administración la creación de "circuitos para evitar desenlaces irreparables", si bien puntualizó que la violencia de género es una cuestión "estructural" derivado de "una sociedad machista, con un problema educativo evidente, difícil de subsanar con medidas puntuales, por muy estructurales que sean".
Con todo, garantizó que su Gabinete "no se resigna", puesto que el maltrato "no es inevitable" y, en consecuencia, "no hay que bajar la guardia", especialmente tras una semana como la pasada, en la que se produjo la primera víctima por violencia de género en Galicia en 2007, en la parroquia de Nantes (Pontevedra), y un segundo caso en Tui, que dio como resultado una mujer herida y el suicidio de su agresor.
Al respecto, la secretaria xeral de Igualdade lamentó la "triste casualidad" de la coincidencia de estos episodios y la presentación de una guía elaborada por la Asociación de Mujeres Juristas en la que Vicepresidencia "lleva meses trabajando", con el objetivo de que "las mujeres conozcan sus derechos cuando entran en un juzgado".
