SANTIAGO DE COMPOSTELA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, aseguró hoy que "el castigo sin rehabilitación" en las cárceles "lo hace inhumano e ineficaz" y rechazó endurecer las penas al tiempo que apostó por los programas de reinserción.
Así lo explicó Gallizo durante su intervención hoy en Santiago en la clausura del curso de verano 'La rehabilitación social de nuestros presos: una tarea colectiva', donde indicó que a pesar de que "la sociedad sigue pensando que el endurecimiento de las penas actúa como protección social", los datos "demuestran que no es así".
En esta línea, recordó que España está "20 puntos por debajo de la media" de los países vecinos en índice de delincuencia y que, sin embargo, presenta una de las tasas de encarcelamiento más elevadas, con 166 personas presas por cada 100.000 habitantes.
"En contra de lo que se cree, España tiene un código penal duro y una tasa de cumplimiento de las penas efectiva", aseveró Gallizo, que atribuyó la presión social a un "gran desconocimiento". Asimismo, precisó que los delitos contra las personas "siguen siendo muy minoritarios" y recordó que la población reclusa creció un 73 por ciento en los últimos 10 años.
Ante los alumnos asistentes al curso, Gallizo reclamó "más prisiones y más centros de reinserción" para los delincuentes así como políticas "educativas, sanitarias y sociales" en las cárceles y apostó por que la eficacia de las penas de prisión se mida por el grado de cumplimiento "del objetivo de que la persona pueda llevar una vida normal sin delitos después del encarcelamiento"
CUATRO FACTORES
Mercedes Gallizo explicó además que "la mayor parte de las personas en prisión tienen influencia de cuatro factores", la drogodependencias, la enfermedad mental, la pobreza y la marginalidad, que "son reflejo" de "los problemas que la sociedad no ha sabido resolver".
En concreto, Gallizo llamó la atención sobre los presos con problemas mentales y sobre el peligro de que las cárceles "se conviertan en los psiquiátricos del siglo XXI'. "Tras la reforma de los ochenta, se eliminó la figura de los psiquiátricos", indicó Gallizo, "pero aún no se han construido las alternativas" a este sistema y las prisiones están ejerciendo ese papel.
En esta línea, la secretaria general indicó que "el 25 por ciento de la población reclusa" tiene diagnóstico de enfermedad mental y consideró que esta situación "no es razonable ni justa".
Además, apuntó que "la mayoría de las personas presas se encontraban ya en situación de exclusión antes de entrar en la cárcel", por lo que incidió en la necesidad de trabajar para que "la prisión no profundice en la exclusión social".
Finalmente, Gallizo llamó la atención sobre los programas de trabajos en beneficio de la comunidad, los que consideró "muy interesantes". En concreto, aseguró que en los últimos 4 años el sistema penitenciario ha pasado de poco más de 100 personas en este régimen a más de 80.000 individuos que realizan trabajos en beneficio de la comunidad, la mayor parte relacionados con delitos contra la seguridad del tráfico.