MADRID 5 May. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Ministros autorizó hoy al Ministerio de Fomento a adquirir compromisos de gasto, con cargo a ejercicios futuros, para suprimir el cobro de la AP-9 a su paso por Rande y A Barcala, con lo que sólo resta la aprobación, mediante Real Decreto, del convenio que formalizará la eliminación de los peajes.
Así, la autorización de hoy supone el paso previo y necesario para proceder a la firma del acuerdo que permitirá solucionar los problemas de tráfico existentes a la entrada de las dos grandes ciudades gallegas, para lo que la Administración estatal pactó con la Xunta y con la concesionaria de la autopista, Audasa, un convenio para suprimir el peaje.
De esta forma, los Ejecutivos central y autonómico pretenden garantizar mayor libertad de movimientos para un número importante de usuarios, puesto que se estima que en el primer año de implantación, la medida beneficiará a más de diez millones de tránsitos.
Así, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, se encargó de anunciar en su visita a Santiago de Compostela el pasado 3 de abril que la retribución a Audasa por la aplicación de esta medida sería asumida a partes iguales por las dos administraciones mediante pagos anuales hasta el final del periodo concesional, agosto de 2048.
El importe estimado de la compensación a Audasa, correspondiente al año 2006 y que habrá de abonarse en el ejercicio 2007, asciende a 5,95 millones de euros, de los que 2,98 corresponderán al Estado y los otros 2,98 restantes, a la Xunta.
Así, en los ejercicios sucesivos, estas cantidades se verán aumentadas con el Índice de Precios de Consumo (IPC) y con el incremento vegetativo del tráfico en los recorridos afectados por la supresión del cobro del peaje.
ANTECEDENTES
La autopista AP-9 supone el principal eje de comunicación de Galicia, puesto que en su zona de influencia se encuentra el 60 por ciento de la población gallega y el 70 por ciento de la actividad. Así, su trazado conecta las principales concentraciones urbanas, Ferrol, A Coruña, Santiago, Pontevedra y Vigo.
Los tramos O Morrazo-Vigo y A Coruña-A Barcala son de naturaleza eminentemente metropolitana. Actualmente, para desplazarse entre O Morrazo y Vigo, sin utilizar la AP-9, es necesario recorrer 44 kilómetros por carreteras de características dificultosas, con curvas, doble sentido de circulación o trazados por núcleos urbanos, frente a los 22 kilómetros de la autopista. Entre A Barcala y A Coruña las alternativas a la AP-9 sufren de grandes congestiones.
En la AP-9 ya existen otros tramos de marcado carácter urbano libres de peaje para los movimientos internos, como Fene-Ferrol, Santiago norte-Santiago sur, Pontevedra norte-Pontevedra-sur y Vigo-Teis-Puxeiros.