Un hombre de Cambre que asesinó a su padre asestandole más de 30 puñaladas declara no recordar nada de los sucedido

Actualizado: lunes, 26 junio 2006 18:20

El acusado se enfrenta a una pena de 25 años de cárcel y será juzgado por un tribunal popular

A CORUÑA, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

El hombre de 36 años, A.G.G., toxicómano y vecino de Cambre (A Coruña), que mató a su padre tras asestarle 34 puñaladas, declaró hoy en la Audiencia Provincial coruñesa no recordar nada de los sucedido en el momento mismo del asesinato. La acusación mantiene que por causa de las drogas y por el supuesto trastorno de esquizofrenia que sufre, no recuerda cómo mató a su padre, aunque el propio A.G.G. confesó en todo momento ser el autor de los hechos.

Al comienzo de su declaración, A.G.G. se refirió a su padre como una persona autoritaria "a la que no se le podía quitar la razón", de carácter fuerte, y que les maltrataba físicamente. Reconoció que la relación entre ellos era mala y que discutían con frecuencia por su adicción a las drogas.

Durante su declaración, el acusado se mantuvo tranquilo en todo momento, relatando a la perfección lo sucedido hasta el momento mismo en que se produjo la agresión hacia la víctima. El motivo de la discusión que provocó que A.G.G. matara a su padre fue su ingreso en una clínica de desintoxicación.

Dos horas antes del suceso, A.G.G., acompañado de sus padres, había acudido a una entrevista en Aclad, organización de ayuda a los drogodependientes, donde el propio acusado aceptó ingresar en un centro de desintoxicación en Vigo.

La asistente social de Aclad que atendió a A.G.G. desde el año 1997, afirmó que se trataba de una persona tranquila, que "nunca había dado problemas". A pesar de ello, la asistente reconoció saber que se le había diagnosticado con anterioridad un trastorno adaptativo de la personalidad, algo que sin embargo, no consideraron relevante en el centro que incluso le propusieron para realizar diversos trabajos de riesgo como intervención en extinción de incendios o socorrista.

En los informes presentados por dicha asociación, se especifica en una de las entrevista realizadas en el año 1996 como el acusado le dice a la asistente social, palabras textuales, que odia a su padre. El mismo día en el que tuvieron lugar los hechos, el 28 de febrero de 2005, A.G.G., aseguró la asistente social que éste se encontraba tranquilo durante la entrevista, "como cualquier otro día".

PRISIÓN E INDEMNIZACIÓN

El fiscal pide para el detenido una condena de 20 años, mientras que la acusación particular aumenta a 25 el número de años en prisión por considerar que se trata de un asesinato con el agravante de parentesco. Además, piden para la familia una indemnización superior a los 180.000 euros.

Durante su primera intervención hacia el jurado popular compuesto por once personas que serán los encargados de dictar veredicto en el caso, la fiscalía pidió "sentido común y responsabilidad" en su decisión. Puso de relieve, además, el hecho de que el acusado "no sufre ningún tipo de enfermedad mental" sino que tiene un rasgo de personalidad esquizoide, o lo que es lo mismo que determinadas conductas antisociales y violentas son en él más acusadas de lo normal, y forman parte de su personalidad pero "en todo momento es consciente de sus actos".

La acusación particular resaltó que la víctima recibió 34 puñaladas, multitud de golpes con la empuñadura del cuchillo de cocina de 25 centímetros, y posteriormente el acusado dejó que se desangrara impidiendo bajo amenaza de muerte a su madre, para evitar que pidiese ayuda.

34 PUÑALADAS

Los hechos tuvieron lugar el pasado 28 de febrero de 2005 en el domicilio del acusado donde convivía con su padre, su madre y una hermana. A.G.G. subió a la planta superior de la casa donde se encontraba su padre mientras su madre permanecía en el piso inferior. Allí, padre e hijo iniciaron una discusión a causa del futuro ingreso del acusado en una clínica de desintoxicación. Este hecho provocó que A.G.G. comenzase a apuñalar a su padre hasta 34 veces provocándole heridas muy graves que causaron la pérdida masiva de sangre.

La madre, al escuchar los gritos, subió al piso superior donde trato de evitar que su hijo continuase agrediendo a su padre, para lo cual le golpeó con una silla en la cabeza y le agarró del cabello. Al ver que no era capaz de detener al acusado, la madre trató de acercarse a un teléfono cercano para avisar a los servicios sanitarios algo que no logró ya que A.G.G. se lo impidió amenazándola con el mismo cuchillo con el que había matado a su padre. Una vez muerto su padre, se lavó las manos y esperó tranquilamente a que vinieran a detenerle.

El acusado en el momento en el que llegaron los agentes de la Guardia Civil extendió las manos para que lo esposasen, confesando ser el autor de los hechos. Según el relato de la acusación particular, A.G.G. tras asesinar a su padre se dirigió a su madre y le dijo: "a ti si que te quiero, ahora tienes que ayudarme".