LUGO, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de inspección ocular especializado venido desde Madrid ha llegado a Xermande (Lugo) donde este miércoles fueron hallados los cadáveres de un padre y su hijo en su vivienda unifamiliar. Además, la mujer del septuagenario también fue agredida y permanece ingresada en el hospital de Lugo.
El hombre V.H.P., de 74 años, y su hijo, E.H.R., de 51 años, fueron hallados este miércoles fallecidos en dos habitaciones diferentes de la vivienda y presentaban diversas heridas de arma blanca.
Así las cosas, y después de una jornada en la que se ha llevado a cabo una recogida de muestras, el equipo de inspección ocular venido desde Madrid se ha desplazado tras ser requerida su colaboración por los integrantes de la investigación, puesto que este grupo especializado cuenta con el material más sofisticado para realizar este tipo de trabajos.
Según han indicado a Europa Press fuentes próximas a la investigación, el equipo que depende de la Guardia Civil, y que está preparado para desplazarse a cualquier parte de España, fue solicitado en la tarde de este miércoles y ha llegado sobre las 21.30 horas a Lugo, para, desde allí, desplazarse hasta Xermade.
Aunque los equipos forenses de la Guardia Civil ya cuentan con el nivel de preparación para resolver todos los crímenes y recabar todo tipo de pruebas, este grupo especializado es llamado en casos de alta complejidad, según han explicado las mismas fuentes.
HECHOS Y MÓVIL
Los hechos sucedieron en una vivienda unifamiliar ubicada en la parroquia de Burgás, en el municipio de Xermade. Las mismas fuentes han apuntado que se calcula que el fallecimiento del padre y del hijo se produjo sobre las 23.00 horas del martes y se baraja la hipótesis de que a la mujer se la dejó con vida al estar inconsciente. Fueron encontrados cerca del mediodía de este miércoles.
La septuagenaria herida ha declarado en el hospital que fueron víctimas de un "robo" cometido por "más de una persona", y ha indicado que fueron atados. La anciana, de 77 años, presenta diversos cortes en la barbilla y en las piernas, que sospechan que supuestamente han sido provocados con un machete, según han indicado fuentes de la investigación.
El cadáver del septuagenario fue hallado en la parte superior de la vivienda unifamiliar y el del hijo en la zona inferior, al igual que la mujer herida, que tuvo que ser intervenida por un hundimiento de cráneo.
Sobre el móvil del crimen, fuentes de la investigación han insistido en que se mantienen abiertas "todas" las hipótesis, entre las que se baraja que pudiera tratarse de un posible ajuste de cuentas.
