PONTEVEDRA, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los mariscadores de Aldán realizarán la próxima semana un muestreo para comprobar la densidad de la población de alga, con vistas a iniciar el próximo 1 de abril la campaña extractiva de esta especie, que llevaban tres años sin explotar.
Tras la marea negra del Prestige, las campañas de 2003, 2004 y 2005 no se pudieron llevar a cabo debido a que "esta especie es una de las más perjudicadas por los efectos de los hidrocarburos", según explicó el presidente de la agrupación sectorial de navaja, Xulián Ferradás.
En declaraciones a Europa Press, Ferradás explicó que los 12 mariscadores de Aldán que se dedican a la captura de navaja finalizarán la campaña de extracción a finales de este mes y principios de abril, coincidiendo con la época de desove. Durante los dos meses que dure este paro biológico, los mariscadores tendrán en el alga --concretamente las variedades denominadas "laminaria" y "undaria"-- una alternativa económica.
Xulián Ferradás señaló que, a diferencia de otras especies, la extracción de alga se atiende "sobre pedido", tras haber contactado con los potenciales clientes. Desde la agrupación sectorial de Aldán indicaron que el mercado de esta especie todavía es "muy pequeño" y que el principal destino de la producción es la exportación a Japón, aunque "se está abriendo mercado a nivel nacional, en herboristerías, supermercados y la industria cosmética", señaló Ferradás.
OREJA DE MAR ESQUILMADA
El presidente de la agrupación sectorial de navaja de Aldán lamentó que debido a la "súper explotación" en los años 90 por parte de los furtivos, también han tenido que prescindir de otra especie incluida en su plan de explotación: la oreja de mar o "peneira". Xulián Ferradás indicó que se trata de una especie "con un ciclo biológico muy lento, que tarda de siete a 10 años en alcanzar una talla de cinco centímetros".
Ese tamaño no cuenta con aceptación entre los compradores, principalmente de Japón, que la obtienen de entre 10 y 14 centímetros en Escocia, Chile o Nueva Zelanda. Los mariscadores de Aldán establecieron que el tamaño mínimo de venta sea de 7,5 centímetros, si bien han de seguir aguardando a que el recurso se recupere de la esquilmación que sufrió. "Hacemos muestreos cada tres o seis meses y aún hay poca densidad. Por ahora es inviable", aseguró Xulián Ferradás.
