Más del 10% de las estudiantes de la USC sufre episodios de depresión, según un estudio de la Facultad de Psicología

Actualizado: domingo, 7 octubre 2007 14:12

Los expertos creen que la depresión afecta a una de cada tres mujeres, frente a una prevalencia de uno de cada cinco hombres

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

Más del diez por ciento de las estudiantes de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) sufrieron episodios depresivos durante el pasado curso 2006-07, cifra que duplica la registrada en hombres, en torno a un cinco por ciento, según un estudio realizado por profesores de las facultades de Psicología y Medicina.

En una entrevista a Europa Press, el profesor de la USC y miembro del grupo de expertos que realizaron el análisis, Fernando L. Vázquez indicó que la investigación es "única" en España y a su vez "necesaria", puesto que la depresión es "frecuente" en la población general y las mujeres llegan a duplicar el porcentaje de hombres que la padecen.

El experto explicó que este síndrome es uno de los desórdenes psiquiátricos "más comunes" y que afectará en algún momento de su vida al 17 por ciento de la población. Además, apuntó que incluso hay estudios que pronostican que en 2030 llegará a ser el "mayor" factor de discapacidad y la segunda causa de muerte, situándose por encima de los trastornos cardíacos.

El proyecto de investigación analizó 368 mujeres estudiantes de diversas carreras de la USC, representando con esta muestra a una población de 18.180 universitarias, que son el 67 por ciento del total de alumnos.

Vázquez señaló que todas participaron en el estudio de manera voluntaria y que en 38 casos diagnosticaron síntomas depresivos como baja autoestima, alteración del sueño y apetito, pensamientos negativos y pérdida de peso. Además, ellas mismas explicaban que habían dejado de interesarse por cosas que antes les gustaban y que tenían dificultad para tomar decisiones, pensar y concentrarse.

Por estos motivos, Fernando L. Vázquez subrayó que la depresión "afecta de manera negativa" al rendimiento académico y disminuye la capacidad de memoria y aprendizaje. Asimismo, agregó que es necesario detectarla antes de que se desarrolle. En el caso de presentar los síntomas hay que proporcionar un "correcto tratamiento", puesto que hay una "alta probabilidad" de desarrollar futuros episodios "más duraderos y fuertes".

EL ESTRÉS.

El estudio especificó que el riesgo de sufrir estos desórdenes emocionales se "incrementa bajo estrés", por este motivo la población universitaria es "más vulnerable" a padecerlos. Los motivos son que los estudiantes se enfrentan a la elección de una carrera que definirá su futuro, cambio de hábitat, los factores económicos, problemas sociales de adaptación y dificultades académicas.

La USC se convirtió en la "única universidad española" que ha realizado este tipo de estudios, que sí son frecuentes en otras instituciones docentes de Japón y Suiza. Así, Vázquez la escasez de de trabajos sobre la incidencia de estos factores en un episodio depresivo en universitarios.

Algunas de las causas de los trastornos depresivos dependen de la suma y combinación de factores como el genético, el psicológico y el ambiental. Además, algunos estudios demuestran que hay "más probabilidades" de desarrollar una depresión si uno de los padres ha sufrido este síndrome.

En opinión del experto, la sociedad actual es uno de los "factores decisivos" para que cada vez más se produzca esta enfermedad ya que, es complicado tener éxito, "se vende la idea de que puedes hacer todo pero es mentira, pues sólo unos pocos lo pueden conseguir y existe un cambio de valores pasando de unos jóvenes infraprotegidos a unos sobreprotegidos".

EL FACTOR FAMILIAR.

Fernando L. Vázquez recordó que una enfermedad como la depresión también afecta al entorno del paciente, es decir, a la familia, que debe conocer la manera correcta de actuar, ya que en la mayoría de los casos desconocen este síndrome.

Para ello, recomendó que los familiares acudan primero a su médico de cabecera, quien derivará al paciente a un especialista que les indicará cómo entender, animar y sobre todo, escuchar a la persona para que así, sienta que hay alguien dispuesto a ayudarle.

Por último, recalcó que cuando el paciente comienza a mostrar mejorías, como querer levantarse o salir de casa, la familia tiene que actuar como un "elemento que active y reafirme esta actitud".