Una mujer en Pontevedra achaca su aborto a una brutal paliza de su marido en su séptimo mes de embarazo

Tania Brito pidió la autopsia de su "hija" para saber si había muerto "por la paliza recibida o por negligencia médica"

Europa Press Galicia
Actualizado: miércoles, 20 septiembre 2006 15:35

PONTEVEDRA, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -

Tania Prieto, de 28 años de edad, natural de la República Dominicana, con nacionalidad española y que reside en Pontevedra, atribuye el abortó que sufrió a una brutal paliza de su marido en el séptimo mes de embarazo. Tras el fallecimiento del bebé, pidió la autopsia de su hija para saber si había muerto por los golpes o por negligencia médica.

No obstante, denunció que, tras practicársele la cesárea en el Hospital de Pontevedra y al salir de reanimación, le comunicaron que su suegro se había llevado el cuerpo de su hija para incinerarlo. "Sin mi autorización", recordó Tania Prieto.

La víctima relató a Europa Press Televisión que su marido la cogió "por el cuello", mientras su hijo de 7 años de edad "le pegaba a él". "Me sacó de la cama por los pelos y la primera patada que me mandó me rompió la bolsa", recordó.

Así fue la descripción que Tania Brito hace de la brutal paliza que su marido le propinó el pasado 3 de agosto, en el séptimo mes de embarazo del que iba a ser su segundo hijo. Una niña a la que Tania llamaba Antía y que, según el último informe de finales de julio, venía en perfectas condiciones.

"Yo le decía que por favor que me dejara, que me iba a matar a la niña y él decía 'total, para que nazca una puta más', y yo le pedía piedad", dijo. La mujer cuenta cómo su marido "de una patada" la mandó "debajo de la mesa", delante de su hijo y cómo después "se subió encima de la barriga" con sus "80 kilos"

Explicó que la paliza se produjo a las ocho de la mañana, momento en el que su marido llegó "borracho a casa" pidiéndole el dinero que ella había obtenido de la venta de su casa y con la que quería ayudar a pagar la hipoteca de la casa en la que vivía. "Como le negué el dinero empezó con la primera patada", apostilló.

Tania Prieto interpuso la denuncia correspondiente y el Juzgado de Instrucción Número 3 de Pontevedra dictó orden de alejamiento para el esposo.

HOSPITAL

Una hora después, la víctima logró huir de la paliza y llegar al Hospital, donde permaneció ingresada desde el 3 hasta el 10 de agosto, donde se le detectó "líquido amniótico escaso tras la pérdida sufrida a causa de la agresión".

Después de varios ingresos, a los que acudió por los "fuertes dolores", Tania Prieto señaló que el 4 de septiembre fue a su médico particular y que una vez allí le dijo que su niña llevaba tres días muerta. "Mi hija la tenía muerta en mi barriga sin que me dijeran nada", explicó.

En el Hospital de Pontevedra se le practicó la cesárea, y al salir de reanimación, pidió que se hiciera la autopsia a su hija "para saber si murió como consecuencia de la paliza o por negligencia médica".

Tania Brito explicó que el padre de su marido se presentó en el Hospital de Pontevedra y que se llevó el cuerpo de su hija para incinerarlo. "Sin mi autorización", afirmó. "Y nadie me ha dado explicación alguna; él fue allí con el carnet de identidad y se la dieron", insistió.

DENUNCIA

Tania Brito Rodríguez acaba de presentar denuncia contra su marido, su suegro, el representante de la empresa de servicios funerarios y todos los funcionarios o empleados del Sergas que intervinieron en el tratamiento del embarazo, en la intervención de la cesárea y la entrega del feto.

"Quiero justicia para mi hija, y que esto no le pase a nadie más y que yo sea la última mujer que tiene que sufrir algo parecido", reclamó.

Ahora, esta joven nacida hace 28 años en la República Dominicana, con nacionalidad española, ha tenido que pedir el traslado en su empresa "por miedo" al que fue su marido durante ocho años. "Mientras yo sufro, mi marido sigue en la calle, como si nada", concluyó.

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