A CORUÑA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía ha mantenido su petición de tres años de cárcel para un acusado de utilizar un poder de su exmujer que estaba revocado para conseguir un préstamo en Abanca. El hombre ha negado los hechos y ha alegado que desde la sucursal "mandaron todo al notario" y él no presentó "poder ninguno". "Esos papeles no los revisé, la directora me dijo yo te preparo todo, fui allí, firmé y listo".
En el juicio, que se ha celebrado este martes en la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña, el fiscal ha recalcado que el caso "cumple todos los elementos propios del delito de estafa" y existe por parte del acusado "engaño a Abanca" y también a la exmujer "con la ocultación de una escritura que debía de haber aportado". "No se puede amparar en un presunto desconocimiento, era consciente en su cabeza de todo lo que estaba haciendo", ha puntualizado.
El abogado de la entidad bancaria ha pedido una pena de cuatro años de prisión y el pago de una indemnización de 329.848 a Abanca. Por su parte, la acusación particular de la exmujer ha solicitado dos años de cárcel.
LIBRE ABSOLUCIÓN
El letrado de la defensa ha pedido la libre absolución de su cliente argumentado que "no ha habido perjuicio para Abanca ni beneficio para la sociedad ni el acusado se ha lucrado".
Previamente, durante la vista la exmujer ha declarado que "quien llevaba todo era él", en alusión al acusado, y que ella "no sabía nada".
La directora de la sucursal en la que tramitaron el préstamo ha manifestado, por su parte, que el acusado les había informado de que la mujer no asistiría a la firma pero que él "tenía un poder a nombre de ella y ya lo tenían en la notaría". "Sin la garantía personal de su mujer no se hubiera concedido", ha añadido sobre el préstamo hipotecario.
HECHOS
Los hechos se remontan al 29 de octubre de 2009 cuando el procesado obtuvo de la entidad Caixa Galicia la concesión de un préstamo hipotecario a favor de una sociedad anónima por importe de 186.400 euros. Para conseguirlo hizo uso del poder recíproco que se habían conferido ambos en mayo de 1995 y que en abril de 2009 habían revocado, según la calificación fiscal.
Con motivo del impago del préstamo, la entidad bancaria cargó en una cuenta en la que figuraba como fiadora solidaria la mujer las cuotas impagadas del préstamo en 2018, que posteriormente fueron reintegradas a la mujer por Abanca.
