El procesado por el crimen de Betanzos (A Coruña) dice que él y su mujer planearon el robo y asesinato

A CORUÑA, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -

Manuel Antonio P.R., uno de los dos acusados por la muerte y descuartizamiento de una pareja en Betanzos (A Coruña) en 2008, ha manifestado en el juicio que se celebra en la Audiencia coruñesa, que él y su pareja, Adriana A.G., también imputada, planearon el robo y asesinato de su amigo y de la compañera de este. Únicamente la ha exculpado del descuartizamiento de los cadáveres.

En su declaración, ha atribuido el crimen, ocurrido el 5 de septiembre de 2008, a la toxicomanía de ambos y la necesidad de obtener dinero para comprar drogas. Dos días después de los hechos, descuartizaron los cadáveres, a los que dejaron depositados en bolsas y maletas, en la zona de Covas, en Ferrol. A los pocos días fueron detenidos en Ribadeo (Lugo) cuando circulaban en un vehículo de los fallecidos, uno de ellos amigo del imputado.

Frente a la actitud de Manuel Antonio P.R, Adriana ha optado por no declarar. Con la cabeza agachada durante prácticamente todo el juicio y con reproches a la que, según ella, es en la actualidad su expareja, cuando éste prestaba declaración, le ha llegado a tildar de "hipócrita" cuando ha explicado, con todo tipo de detalles, como se produjo la muerte de José Manuel Gómez, su amigo, y la pareja de éste, Claudia Alejandra Castelo.

UNA "IDEA CONJUNTA"

Así, en su declaración, Manuel P.R. ha afirmado que el crimen fue una "idea conjunta" de los dos, pero le echó más la culpa a ella porque, dijo, le "cizañó" contra su amigo. No obstante, ha admitido que si no fuese éste el fallecido "sería otro" porque ha ratificado que, inicialmente, tenían intención de robar y matar al dueño de una gasolinera para obtener dinero y que no lo hicieron porque se les estropeó el coche.

En su declaración, en la que ha matizado en varias ocasiones las preguntas de la fiscal y ha mantenido un enfrentamiento dialéctico con el abogado de Adriana, ha señalado, en relación con el crimen, que eran "conscientes en cierta manera, pero no totalmente" de lo que tenían pensando hacer.

Al respecto, ha añadido que consumían diariamente "entre 10 y 15 gramos de cocaína y dos o tres gramos de heroína" y que ese día tenían "síndrome de abstinencia" después de varios días sin, según su relato, apenas consumir por falta de dinero. Así, ha rechazado que si estuviesen ambos en otras condiciones hubiesen cometido el crimen. "Robaría un kiosco o haría estafas financieras", ha añadido al asegurar que esta actividad, junto a la venta de droga, le había reportado en otras ocasiones dinero.

DAÑO "IRREPARABLE"

Pese a las cuchilladas y los golpes con un martillo que presentaban las víctimas, Manuel P.R, que cursa tercero de Derecho, ha descartado que hubiese "ensañamiento", aunque ha reconocido una "conducta alevosa" y un daño "irreparable".

También ha admitido las contradicciones en sus declaraciones, en las que exculpó a su pareja para luego responsabilizarla también del crimen, tanto en cartas remitidas a los medios de comunicación como en el juzgado. Sin embargo, ha puntualizado que optó por decir "la verdad" para limpiar "su conciencia" y obtener una rebaja de la pena. PENAS DE 55 Y 47 AÑOS

El juicio está previsto que se prolongue hasta este jueves, día 9, y se reanudará el 14 de junio. Los dos acusados se enfrentan, respectivamente, a penas de 55 y 47 años de prisión por dos delitos de asesinato y robo con fuerza, además de una petición de 5 meses de cárcel por profanación de cadáveres. La defensa de la procesada pide su absolución y la de Manuel Antonio P.R. que los hechos se consideren homicidio.

Las acusaciones particulares y la Fiscalía piden indemnizaciones de 300.000 euros para cada una de las familias de los fallecidos. También plantean una pena mayor para el hombre por reincidente "por la muerte de un taxista en Santiago para robarle", ha precisado a los periodistas uno de los letrados de la acusación, Víctor Bouzas.

Al término del juicio, la hermana de José Manuel Gómez, visiblemente emocionada, ha tildado de "asesina" a la acusada. En un receso del juicio, relató también a los periodistas que cuando entró en la sala el acusado le pidió perdón "con un gesto", pero ha añadido que eso no le sirve "para el daño que le hizo a mi familia", ha remarcado.