Quintana afirma que el Estado-Nación está "desfasado" y que no sirve para responder a los retos de la globalización

Actualizado: sábado, 29 abril 2006 15:49

Defendió un "diseño en red" como la propuesta del nacionalismo para la configuraración de Galicia, el Estado español y de Europa

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

El vicepresidente de la Xunta y portavoz nacional del BNG, Anxo Quintana, afirmó hoy que el Estado-Nación es "una estructura desfasada" y añadió que estos "estados-artefacto no saben dar respuesta a los desafíos de la globalización".

Durante su intervención en una conferencia sobre la globalización que ofreció en Berna (Suiza), Quintana aseguró, además, que esta estructura de los estados son "diseños rígidos que no se adaptan y que no son eficientes desde el punto de vista económico y no son capaces de aprender de la diversidad y la diferencia con verdadera eficacia".

En el caso concreto del Estado autonómico español, el vicepresidente de la Xunta consideró que "es el momento de eliminar corsés", ya que "son pocas las materias que quedan en las manos de las comunidades", lo que dificulta que los gobiernos autonómicos puedan elaborar políticas propias y "más difícil aún que los ciudadanos sepan con exactitud quién tiene la responsabilidad de sus problemas".

Al respecto, aseguró que esta circunstancia genera "insatisfacción" en los ciudadanos. "No somos los nacionalistas los que tenemos la culpa de esa insatisfacción, por mucho que algunos se empeñen en colocarnos esa etiqueta", añadió.

Ante esta situación, Quintana señaló que la aspiración nacionalista de incrementar su autogobierno es "razonable y justa, y fuertemente armada con argumentos de peso". "El Estado español está agotado, no da respuestas y no tiene las armas precisas para competir en el terreno del juego internacionalizado", apostilló.

Por ello, reiteró la necesidad de "definir cómo serán nuestros países de aquí a 25 años" y recordó que las exigencias de más autogobierno tienen por objetivo "tener más bienestar". Al respecto, Quintana explicó que es un acto de "rebeldía" contra la "monotonía intelectual y política que trata de imponer el pensamiento único", así como de "modernidad", por tratarse de "la forma más inteligente de estar en el mundo de hoy, un mundo global".

SER NACIONALISTA, "ACTO DE REBELDÍA"

En esa línea, insistió en que en la UE "hay margen para utilizar el potencial de los territorios para contrapesar las dinámicas segregadoras que genera la competencia y la economía global" y añadió que estas circunstancias deben de ser "una oportunidad para los pueblos, que tiene que ser convenientemente vehiculizada por los estados".

Al respecto, defendió el "diseño en red" como la propuesta "abierta y ambiciosa" del nacionalismo gallego para la configuración de Galicia, el Estado Español y de Europa, modelo que, a su juicio, requiere el "reconocimiento nacional, un mayor autogobierno y un nuevo modelo de financiación".

Asimismo, consideró que ser nacionalista en Galicia es "un acto de rebeldía y un gesto de modernidad", rebeldía como forma de oponerse a la "monotonía intelectual y política que trata de imponer el pensamiento único" y modernidad porque "es la forma más inteligente de estar en el mundo de hoy".

IDENTIDAD Y DIVERSIDAD

Por otra parte, Quintana resaltó la incidencia del fenómeno globalizador en las identidades y las culturas y afirmó al respecto que "no implica necesariamente un proceso de homogeneización cultural".

Así, incidió en que "no hay una cultura global diferenciada", ya que la diversidad cultural "es más fuerte que nunca y a través del refuerzo de las identidades es como se consigue establecer un mecanismo de control ante una globalización que a veces parece incontrolada".

En ese sentido, advirtió de que "no se puede jugar con fuego mediante el desprecio a las identidades históricamente construidas" y defendió la importancia de mantener y facilitar los puentes de comunicación", así como "evitar el simulacro de lo global cuando lo que se alcanza es la imposición de la mayoría y el silencio de la diferencia, generando en ocasiones procesos mal entendidos en la reafirmación de lo propio", en alusión a los movimientos violentos.

Ante esta situación, apostó por nuevas formas democráticas de colaboración y representación que tengan la "capacidad" para gestionar y canalizar esa diversidad.

NUEVO GOBIERNO Y LENGUA

Por otra parte, Quintana repasó los distintos objetivos del nuevo Ejecutivo autonómico y se mostró convencido de la "capacidad emprendedora y competitiva" de Galicia "frente a otras marcas", así como en la capacidad y flexibilidad de los territorios para aprovechar los cambios de la economía global.

Asimismo, resaltó el valor de la lengua gallega como "expresión de diversidad dentro de las lenguas latinas" y afirmó que "no se perderá porque no se ha perdido en épocas muy difíciles en las que a penas había espacio para la supervivencia".

Al respecto, añadió que "el combate" por la lengua no es "egoísta", sino que su defensa forma parte de la de "todas las lenguas del mundo que no tienen suficientemente reconocidos sus derechos".

En esa línea, consideró que el gallego "no sólo precisa una defensa", sino también una expansión interna y externa más allá de sus propias fronteras de una forma "amable y amistosa". Asimismo, se refirió a las posibilidades de la lengua gallega como "recurso económico estratégico de primer orden".

Así, afirmó que Galicia "debe convertirse en un auténtico laboratorio europeo para la investigación y la formación en enseñanzas plurilingües, para la experimentación y la difusión de las nuevas tecnologías aplicadas a las lenguas minoritarias".