Los Reyes Magos de Galiza Nova regalan a Francisco Vázquez un nuevo estatuto gallego y una crema "contra la urticaria"

Europa Press Galicia
Actualizado: jueves, 5 enero 2006 14:23

A CORUÑA 5 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los Reyes Magos de la organización juvenil del Bloque Nacionalista Galego, Galiza Nova, regalaron hoy al alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, un borrador de un nuevo estatuto gallego y una crema "contra la urticaria", con el objetivo de que el regidor coruñés "lo lea durante sus vacaciones de Navidad y se ponga la crema en caso de que al hacerlo le salga sarpullido", en referencia a las declaraciones realizadas por Vázquez respecto del preámbulo del texto catalán.

Al igual que otros años, tres representantes del colectivo nacionalista disfrazados de Sus Majestades de Oriente entregaron, además de éste, otros tres paquetes en el Registro Municipal del Ayuntamiento de A Coruña con la intención "no ya de que Francisco Vázquez los recoja, pero sí de que tenga en cuenta estas demandas".

Entre los presentes había una representación del futuro metro ligero de la ciudad y un "bono bus" con el que quieren transmitir al alcalde "la preocupación de Galiza Nova por el transporte público" y señalaron la subida de 6 céntimos el pasado día 1 de enero en el coste del billete de autobús y los "difíciles requisitos para adquirir el bono de transporte".

Otro de los regalos fueron unas casitas de juguete con las afirmaron "es preferible que juegue y no con la vivienda de verdad". En este sentido los representantes del colectivo reivindicaron más pisos de protección oficial y más facilidades a los jóvenes en el acceso a la vivienda.

El último de los obsequios que los representantes de Galiza Nova registraron el ayuntamiento coruñés fue un "minikit" del botellón que lleva como mensaje la petición al regidor municipal de "nuevas soluciones" al problema del botellón en la calle. "No se puede criminalizar a los jóvenes, ni excusarse en el garrafón de los locales ni intentar llevar a los jóvenes a lugares recluidos", se quejó el ficticio Melchor.

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