SANTIAGO DE COMPOSTELA, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
Técnicos y veterinarios de la Consellería de Medio Rural están ya calculando los daños ocasionados por los incendios en la agricultura, ganadería y mancomunidades de montes, con el objeto de contar con un "avance de estimación inicial" la próxima semana por parte de los expertos de las oficinas agrarias comarcales.
"He sido durante 40 años técnico de extensión agraria y nunca me gusta hacer previsiones sobre pérdidas mientras no estén tabulados los daños sobre el terreno", esgrimió en declaraciones a Europa Press, el director xeral de Producción e Calidade Agroalimentaria, Antonio Oca, quien de, todos modos, consideró que los mayores daños se sitúan en propietarios de montes y ganaderos, "ya que no ardieron mucho cultivos".
No obstante, Unións Agrarias ya ha cifrado en 245 millones la pérdida de renta a la que tendrán que hacer frente agricultores, ganaderos y dueños de madera por los fuegos, por lo que no ha dudado en situarlos en los "grandes víctimas reales" de la oleada de incendios que asoló Galicia entre el 4 y 15 de agosto.
En concreto, la pérdida de renta en los agricultores la sitúa en 4,5 millones de euros por el dinero que invertirán en paliar los destrozos en cultivos, silos, plantaciones y viñedos; mientras que en las rentas de los ganaderos se elevará a 5,4 millones por la muerte de reses, compra de forraje tras quemarse el pasto, reposición de cabezas de ganado y tratamiento veterinario a los animales heridas. Concretamente, recordó como la Consellería de Medio Rural ha cifrado en 10.000 el número de caballos y vacas de la ganadería extensiva (pasta libre en el monte) afectada por los incendios.
El resto, los 236 millones de euros, se concentra en la pérdida de renta en propietarios forestales particulares y comunidades de montes vecinales en man común. Precisamente, el estudio realizado por Unións Agrarias cifra en 91.000 hectáreas (50.000 rasas y 40.950 arboladas) la superficie quemada entre el 1 de enero a 15 de agosto, lo que supuso 5,3 millones de metros cúbicos de madera quemada, "que tendría un valor en el mercado como madera verde de cien millones de euros"
Por su parte, Xóvenes Agricultores alertó de que son 1.500 euros los daños medioambientales causados por los doce días de incendios intensivos, con más de un centenar por jornada. Una cantidad en la que la que Andrés Novo, responsable de XX AA que está dirigiendo el informe de cuantificación de daños, advirtió de que no están incluidos los perjuicios económicos en agricultura y ganadería que son "incalculables".
Sin embargo, el presidente de la Unión Sindical Agraria de Galicia (USAG), Leandro Quintas, apuntó a 750 millones de euros en pérdidas en el medio rural, asegurando que quizás sea una cifra que se quede "corta", porque "no tiene en cuenta la degradación medioambiental futura o el aspecto psicológico".
A estas cifras, se le suman las aportadas por la asociación ecologista Adena, que fijó en 13.5000 euros el coste por hectárea quemada --y que la Consellería de Medio Rural ha situado en 77.000 en tan sólo doce días-- y 5.300 euros por restauración y gestión forestal.
No obstante, el SLG consideró "precipitado" dar una cuantía de daños en el sector agroganadero, aunque aventuró que serán "cuantiosos", ya que recordó que ardieron o resultaron afectados cultivos, colmenas, invernaderos, viñedos, silos y animales del régimen extensivo.
RESTRICCION DE TRES AÑOS PARA PASTO
Sin embargo, la secretaria del SLG, Lidia Senra, apuntó como "prioritario", ademas de activar "cuanto antes" una línea de ayudas para paliar las pérdidas, resolver las "restricciones" que recoge el Decreto de Prevención de Incendios de la Xunta en el uso de suelos quemados y que prohíbe durante tres años que un terreno afectado por los fuegos se emplee para pastos.
Una restricción sobre la que también alertó Xóvenes Agricultores. "Un ganadero no puede tener esta prohibición durante tres años, porque la culpa de esta catástrofe económica y social sin precedentes ha sido la incompetencia de la Xunta", aseveró Andrés Novo, quien aseguró que en doce día se produjeron "los mismos" incendios que otros años, "sólo que en esta ocasión la negligencia del nuevo gobierno impidió controlarlos y provocó que llegaran a casas y quemaran cultivo y ganado".
Ante el temor que suscita esta restricción en los ganaderos, la Consellería de Medio Rural advirtió de que este decreto establece en su ejecución "excepciones, que ya se estaban registrando antes de la oleada de incendios", reconoció Antonio Oca. El director xeral de Producción e Calidade Agroalimentaria reconoció que esta restricción se recogió ante la existencia de incendios originados para ampliar zonas de pasto.
Sin embargo, se mostró convencido de que la oleada incendiaria que Galicia vivió entre el 4 y 15 de agosto no está vinculada con este tipo de prácticas, por lo que consideró que no se registrarán "problemas" a la hora de autorizar solicitudes para el uso de terrenos quemados para pastos.
PRECIOS JUSTOS PARA LA MADERA QUEMADA
Mientras el SLG priorizaba la resolución de esta restricción, UU AA situó el "problema" principal en la madera quemada. Así, pidió a la industria maderera que "no haga rapiña" y el precio que ofrezca a los propietarios "se aproxime lo más posible al valor real que tendría antes del fuego", al tiempo que exigió a la Administración que "no mire para otro lado" si se produce este comportamiento empresarial.
Ante este panorama, consideró necesario conseguir un compromiso, a través de la convocatoria de la Mesa da Madeira, de la industria de que establecerá "precios adecuados". En el caso de no se consiga, UU AA pidió que se habiliten fondos de la UE para transportar la madera quemada a centros de transformación industrial fuera de Galicia para evitar "hundimiento de precios".
Asimismo, Unións también consideró "prioritario" ayudas de la Administración para la recuperación de las zonas quemadas mediante la reforestación de la superficies afectadas y defendió que la Administración impulse "de forma complementaria o independiente" los seguros forestales que cubran el coste de reforestación de superficie arbolada en caso de incendios.
COMUNIDADES DE MONTES
En cuanto a los daños en la madera, el presidente de la Coordinadora de Comunidades de Montes Veciñais consideró que son "incalculables" y no se aventuró a dar cifras de momento y priorizó que, a partir de esta experiencia, se "den pasos" para una nueva política del monte para darle un uso "multifuncional", ya que recriminó que hasta ahora sólo se ha potenciado su actividad forestal.
"O el monte vecinal es multifuncional o no tiene futuro, porque seguirá habiendo fuegos", alertó Xosé Pereira, quien aunque reconoció que el bosque arde porque "hay insensatos que prenden fuego", apuntó a circunstancias que "facilitan" estos incendios.
Así, se refirió al abandono del monte y fincas por la despoblación del rural. Por ello, solicitó una nueva política que fije población y cree empleo. "Estas deben ser las líneas maestras de la nueva política del monte, que tiene que ser radicalmente distinta hasta la de ahora", esgrimió.
Asimismo, también consideró necesario establecer convenios entra las mancomunidades de montes en man común y la Xunta para que las 3.000 existentes en Galicia -que aglutinan 645.000 hectáreas-- cuenten "durante todo el año" con personal que se dedique a tareas de prevención o limpieza.