Las superficies comerciales que superen los 2.000 metros cuadrados requerirán una licencia específica de la Xunta

Habrá inspectores propios de comercio y los productos que se oferten en rebajas no podrán ser promocionados un mes antes

Europa Press Galicia
Actualizado: miércoles, 4 octubre 2006 16:39

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

Las superficies comerciales que superen, de manera individual o con la suma de sus establecimientos, los 2.000 metros cuadrados necesitarán una licencia específica de la Xunta para poder desarrollar la venta al público. La Administración autonómica tendrá competencia para suspender la licencia municipal.

Este requisito también será preciso para las superficies de más de 1.200 metros cuadrados en poblaciones entre 5.000 y 25.000 habitantes y para las de más de 800 metros cuadrados en localidades de menos de 5.000 habitantes.

Esta es una de las novedades del anteproyecto de Ley de Comercio Interior, presentado hoy al sector por parte del conselleiro de Industria, Fernando Blanco, y de la directora xeral de Comercio e Consumo, Ana Rúa. El titular del departamento autonómico destacó que es "un documento abierto" que se pretende "mejorar" con las aportaciones del sector y que busca "lograr una adecuada ordenación comercial que ponga fin a casi 18 años de inhibición legislativa".

En estos momentos para la implantación de una superficie mayor de 2.500 metros cuadrados tiene que pronunciarse la Comisión de Equipamientos Comerciales, aunque su decisión no es vinculante. El anteproyecto fija la posibilidad de un período transitorio de suspensión en la concesión de licencias comerciales específicas para grandes establecimientos hasta que no se elabore y apruebe el Plan General de Equipamiento Comercial, que se prevé que se prolongue un máximo de un año.

Este plan tendrá como fin primordial conseguir un nivel adecuado de equipamiento comercial y una correcta distribución territorial de los establecimientos, introducir los nuevos sistemas de venta comercial y contribuir a la creación de nuevos empleos alternativos en el sector y al mantenimiento de los existentes, adaptándolos a las nuevas estructuras de distribución y a la exigencias sociales.

ACABAR CON LA DISCRECIONALIDAD

Fernando Blanco destacó que con esto se intenta acabar "con la cierta discrecionalidad" actual en la que se deja en manos "del conselleiro competente en la materia la concesión" de las licencias de apertura de grandes superficies.

El anteproyecto incluye una nueva tasa que incrementa la existente en hasta 10 euros por metro cuadrado de superficie útil de exposición y venta al público en las solicitudes de licencia comercial específica, que Ana Rúa justificó por "el precio de tramitación administrativa".

Otra de las características del texto es que los artículos o productos que se vendan en período de rebajas -un mínimo de una semana y un máximo de dos meses- no podrán ser objeto de promoción especial durante los 30 días anteriores, excepto que se trate de una campaña para dar a conocer el producto o de la apertura de un establecimiento (que iniciase su actividad como máximo dos meses antes del comienzo de las rebajas).

De igual manera se regulan las modalidades específicas de venta o ventas especiales, considerándose en este caso como tales aquellas que no son realizadas en un establecimiento abierto al público de manera permanente y, especialmente, las ventas a domicilio, a distancia, automáticas, ambulantes en puja pública y las ocasiones.

La nueva ley se refiere también a las actividades feriales, regulando su desarrollo y fijando como excepción la posibilidad de habilitar la práctica de la venta directa con mercancía, siempre que así lo autorice la Dirección Xeral competente en materia de comercio, en virtud de las características de la oferta exhibida.

Por otra parte, el conselleiro también subrayó la creación de un cuerpo "específico" de inspectores de comercio en el plazo máximo de un año, con competencias sancionadoras también. Considera que tiene que ser "una figura diferente" a los actuales inspectores de consumo.

El anteproyecto fija en un máximo de 72 horas a la semana para que los establecimientos desarrollen su actividad durante los días laborales de la semana.

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