SANTIAGO DE COMPOSTELA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Xunta, el socialista Emilio Pérez Touriño, aludió hoy como "tema cerrado" a las declaraciones en las que el portavoz del BNG en el Congreso, Francisco Rodríguez, aseguraba que la bandera de Galicia "le quedaba grande" y rechazó que la polémica polémica que se generó el pasado viernes hubiese afectado a la convivencia del bipartito.
En respuesta a los periodistas tras reunirse en Santiago de Compostela con el ministro de Industria, José Montilla, Touriño negó que las críticas de Rodríguez provocasen un problema con el BNG, su aliado en la coalición autonómica desde las elecciones del pasado 19 de junio. "Entre los socios de Gobierno, en ningún caso", aseveró.
Así, reivindicó el "trabajo con intensidad" de su Gabinete por "responder a las necesidades de la ciudadanía" y la dedicación "con firmeza y con cohesión" que aplica a la administración de la comunidad. "Y en cuanto a las declaraciones o no declaraciones, el tema está cerrado", reiteró.
La polémica comenzó el pasado viernes, cuando el parlamentario nacionalista, que es secretario general de la UPG --partido hegemónico en el Bloque--, conminó a Touriño a "ejercer de presidente ante el Gobierno central" en las reclamaciones sobre las infraestructuras, y encontró su continuidad tan sólo un día después.
Así, en un acto al que asistió en calidad de secretario general del PSdeG, Touriño manifestó en referencia a Rodríguez que los socialistas "no necesitaron quemar banderas en el pasado ni ahora envolverse en la de Galicia". "Alguien se está poniendo nervioso y no es en nuestro partido", añadió.
El domingo, el vicepresidente de la Xunta, el nacionalista Anxo Quintana, se sumó al debate y aseguró que tanto él como el mandatario autonómico debían saber "encajar" las críticas con "sentido del humor para no entrar en "rifirrafes" en cuestiones que la sociedad gallega "no entiende, ni quiere".
"No me gustaron las declaraciones del presidente, ni en el fondo, ni en la forma", aseguró Quintana justo un día antes de que Rodríguez declarase en una rueda de prensa en Ferrol que a Touriño la bandera gallega "le queda grande" y que "siempre había estado al servicio de la bandera de España".
