Touriño pide al Apóstol que los partidos "estén a la altura de lo que espera la mayoría de españoles" para lograr la paz

Actualizado: martes, 25 julio 2006 15:32

Defiende la "continuidad" de la Constitución, que "tendrá que mudar" sin "carreras", para "poner en valor" lo que une a los españoles

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, reclamó hoy "de forma muy especial el beneficio del Patronazgo" del Apóstol Santiago que los partidos políticos "asuman con el máximo acierto sus responsabilidades" en la búsqueda de la paz y "estén a la altura de lo que espera de ellos la gran mayoría de los españoles".

Ante cientos de personas que hoy se dieron cita en la Catedral compostelana para asistir a la Eucaristía con motivo del Día de Santiago, Touriño recordó que "ya van siendo muchos los años" que se denunciaba ante el Apóstol "el terrorismo como una de las lacras que soporta la Humanidad en estos tiempos difíciles y que ha clavado también sus garras inmisericordes en el cuerpo de España".

En su intervención como delegado regio por primera vez en la Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago -a la que como es tradicional no acudió una representación del BNG a pesar de formar parte del Gobierno gallego-, el titular del Gobierno autonómico también destacó la necesidad de continuar con "tres siglos y medio de tradición" de la Ofrenda del Apóstol -instituida en 1643 por Felipe IV-, así como seguir por el "camino constitucional" iniciado en 1978.

Pérez Touriño apostó por la "continuidad" de un "proyecto común" que "ha tenido, tiene y tendrá que mudar" pero sin "carreras" para "poner en valor" lo que une a los españoles. "Hay que cultivar la fuerza de la unión con diálogo para el progreso de los pueblos", destacó.

Cuando está a punto de cumplirse un año de su investidura como presidente de la Xunta, solicitó al Apóstol que "nunca", en el ejercicio de sus funciones, "deje de responder a lo que son las necesidades y aspiraciones reales del pueblo" al que sirve.

Además, Touriño -que realizó la mitad de su intervención en castellano y la otra en gallego- subrayó que la "reivindicación de las identidades históricas, culturales y nacionales, hoy amenazadas por los vientos uniformizadores de la globalización, es perfectamente compatibles con la defensa de los valores y principios que consagran la igualdad básica de la condición humana".

En este sentido, manifestó ante el Santo la voluntad de los gallegos de "encontrar la síntesis fecunda entre el reconocimiento y protección de la diversidad que enriquece, y los mandatos de la ética universal que proclama la semejanza fundamental que recogió la Declaración de los Derechos del Hombre".

Emilio Pérez Touriño expresó su fe en la educación y en la capacidad de la juventud gallega para que los valores específicos de cada cultura sean compartidos, así como los valores "básicos y vinculantes que garanticen la convivencia civilizada de los individuos y de los pueblos".

CONTRA LA INJUSTICIAS

El jefe del Ejecutivo también hizo un llamamiento a "no quedar mudos y pasivos" ante situaciones de marginación, desigualdad y exclusión social que todavía perviven", y se refirió en especial a los casos de violencia doméstica, "que se ceba cruelmente en las mujeres y en los niños, así como las dificultades de los jóvenes frente al paro o la "desatención desagradecida" de muchas personas mayores.

En este apartado, Touriño hizo una mención al drama de la emigración. Así, tras hacer un paralelismo con el Camino de Santiago, en el que la llegada a la capital gallega significa para el peregrino "el consuelo espiritual del gran perdón", destacó que no puede ser ignorada "la auténtica tragedia que, por las rutas del mar, día a día, sufren eses otros caminantes que no dudan en poner en riesgo sus vidas para conseguir la tierra prometida del primer mundo".

El delegado regio apostó igualmente porque Galicia "levante la vista hacia el horizonte para abrir nuevos caminos de progreso y bienestar" y defendió construir esta comunidad "con el concurso de todos". "Aspiramos a generar una fuerza centrípeta que no deje a nadie fuera de esa casa colectiva que llamamos Galicia", resaltó.

INVOCACION

La ceremonia se inició en la Plaza del Obradoiro, con el saludo del delegado regio a las autoridades civiles y militares y con el paso de revista a las tropas que le rindieron honores. Seguidamente, todas las autoridades se dirigieron a las puertas de la Catedral compostelana, donde se unieron al "cortejo litúrgico", encabezado por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y todos juntos entraron en el templo para asistir a la misa en honor al Santo.

En el transcurso de la misa, cuando Pérez Touriño, en su calidad de delegado regio, estaba concluyendo su intervención, personal de la Cruz Roja tuvo que atender y evacuar a un señor que había sufrido una lipotimia como consecuencia del calor y la duración del acto.

Tras la celebración religiosa en la Catedral, las autoridades cruzaron de nuevo la Plaza de Obradoiro para dirigirse al Pazo de Raxoi, sede del Ayuntamiento de Santiago de Compostela, donde el delegado regio firmó en el Libro de Oro de la Ciudad y agradeció al Gobierno local esta celebración.

A las 14.00 horas el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ofrece un almuerzo en el Seminario Mayor a las autoridades invitadas, entre la que se encuentran el propio Emilio Pérez Touriño; la presidenta del Parlamento, Dolores Villarino; el delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras; el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo; y el teniente general Jefe de la Fuerza Logística Operativa y del Mando Regional Noroeste, Juan Yagüe Martínez del Campo.