SANTIAGO DE COMPOSTELA, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha desestimado el recurso de apelación y ratifica la sentencia dictada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra, que condenó a un abuelo a una pena de seis años de prisión por abusar sexualmente de su nieta cuando ésta tenía ocho años de edad.
También se le imponía al acusado la pena de prohibición de acercarse a su nieta, al lugar en el que resida o culaquier otro lugar frecuentado por ella en una distancia de 300 metros, así como la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio durante nueve años.
Igualmente se le imponía la pena de libertad vigilada por tiempo de 10 años y la de inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido que conlleve contacto regular y directo con menores de edad durante 11 años. Finalmente, condenaba al acusado a indemnizar a la menor en la cantidad de 6.000 euros.
Según recoge la sentencia, "desde que la menor tenía ocho años o estaba próxima a cumplirlos, se quedaba a su cuidado en su propio domicilio, situado en A Guarda (Pontevedra), y con ánimo libidinoso, le tocaba (sus partes íntimas), le subía la camiseta y le daba besos en la boca, a veces con la introducción de la lengua".
La víctima no contó lo que sucedía hasta el 23 de abril de 2016, después de que el procesado se le acercase cuando se encontraba jugando en el jardín "y empezó a tocarla y a darle besos en la boca, introduciéndole la lengua", al tiempo que manoseaba sus partes más íntimas "causándole dolor, al tocarle fuerte" y, subiéndole la camiseta, "le tocó también los pechos".
Ese día, la menor le contó todo a sus padres y "desde entonces se mantuvo lejos del procesado".
DESESTIMADO EL RECURSO
El TSXG desestima el recurso y confirma la condena. Entre otros argumentos, esgrime que los testimonios oídos "refuerzan indiciariamente el testimonio de la menor en grado suficiente como para implementar su veracidad".
Añade que los informes técnicos "son unívocos y claros sobre todos los aspectos controvertidos y también corroboran la versión de la menor". También considera que "la superioridad no puede ser más clara" y que se aprovechó la situación para "amparar unos abusos difícilmente comprensibles y de gravedad manifiesta".
