SANTIAGO DE COMPOSTELA, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
El sindicato UGT-Galicia alertó hoy sobre la "peligrosa dinámica" que se está instaurando en el mercado laboral gallego y denunció que el pasado año más del 97% de los contratos firmados por los menores de 25 años fueron temporales, concretamente 200.180 de los 205.672 firmados.
En un comunicado, esta central sindical subrayó que la mayor parte de estos contratos, el 45,6%, fueron por circunstancias de producción. Tras ellos, están los contratos por obra o servicio, 73.428; interinidad, 13.069; formación, 11.440 y los de prácticas, 4.162.
Tan sólo, el 1,4% del total de contratos a menores de 25 años fueron con carácter indefinido ordinario, 3.057, y disminuye al 1,15%, con respecto al año anterior, la contratación indefinida de fomento del empleo. Asimismo, casi el 70% de los contratos indefinidos fueron firmados por hombres, mientras que las muyeres son mayoría en los indefinidos de fomento del empleo, 1.874 frente a 507 hombres.
Según los datos aportados por UGT, las mujeres menores de 25 años fueron la que ocuparon la mayor parte de los puestos de interinidad, el 63,7% en 2005. No obstante, los hombres dominan lo contratos de formación, con un 69%. A pesar de estos datos, la tasa de temporalidad en el trabajo es "alarmante" tanto entre hombres como en mujeres. En el caso de estas últimas, el 96,8% fueron temporales.
UGT subrayó que las cifras son "muy similares" entre los jóvenes de 25 y 29 años, aunque descienden "considerablemente" el número de contratos en prácticas y formación y aumentan "de manera importante" los contratos de interinidad. Asimismo, puntualizó que los datos son similares en los tramos de edad de los 30 a los 39 años "donde se supone que los trabajadores van alcanzando una mayor estabilidad" y el índice de temporalidad alcanza el 94,78%.
Esta central sindical también denunció que la situación gallega es "ligeramente peor" a la del resto del estado. Por ello, apuntó que los problemas del empelo de los jóvenes no pasan por "recortar" sus derechos ni apostar por la temporalidad.
